Díaz Merchán abre la Asamblea del Episcopado con críticas a los partidos y a las ideologías

Gabino Díaz Merchán, presidente de la Conferencia Episcopal, criticó ayer el materialismo, la progresiva descristianización de la sociedad española y los peligros que presentan las ideologías y los intereses partidistas, en un discurso que pronunció en el acto inaugural de la 39ª Asamblea Plenaria del Episcopado. Aunque en el programa oficial los temas previstos son económicos -los presupuestos de la Iglesia y su reparto equitativo-, jurídicos -entrada en vigor del nuevo Código de Derecho Canónico-, litúrgicos y pastorales, no se descarta que los obispos se pronuncien colectivamente sobre determinados temas conflictivos -ley orgánica del Derecho a la Educación, aborto- dentro de una valoración del primer año de una España católica gobernada por los socialistas.

A la asamblea plenaria, que se prolongará hasta el próximo sábado, día 26, asisten casi todos los obispos españoles y algunos observadores de otras conferencias episcopales como la francesa, italiana y la del norte de Africa. Por parte española se comprobó la presencia, por primera vez desde su dimisión com presidente de la Conferencia, del cardenal Tarancón. También acudieron los prelados considerados integristas -Guerra Campos, ausente en otro tiempo de estas reuniones, y el cardenal Marcelo González, arzobispo de Toledo y primado de España, que asitió a la apertura de la asamblea vestido de clergyman.El nuevo Código de Derecho Canónico, el viaje del Papa a España y el último Sínodo de los Obispos fueron los tres puntos esenciales del discurso del presidente de la Conferencia Episcopal. Sobre estos mismos temas insistió el nuncio apostólico en España, Antonio Innocenti, en un breve discurso que pronunció a continuación.

Respecto al nuevo Código de Derecho Canónico, que entrará en vigor el próximo día 27, Gabino Díaz Merchán defendió la necesidad de las leyes canónicas "entendidas en su justa significación eclesial". Al amparo de este código la Conferencia Episcopal asume una labor legisladora y tomará decisiones con carácter vinculante.

Según el presidente de la Conferencia Episcopal, la visita del Papa a España hace un año ha servido, entre otras cosas, para que "los obispos hayamos descubierto una perfecta sintonía en el diagnóstico de nuestra situación religiosa, en la determinación de los objetivos más importantes y hasta en los medios más adecuados para conseguirlos".

Este diagnóstico se refiere a un ambiente progresivamente descristianizado y en el que "las ideologías y los intereses partidistas mantienen situaciones inhumanas, manipulan y masifican a los ciudadanos, imponen una manera de concebir al hombre que lo reduce en su dignidad y justifica en muchos casos su marginalidad y hasta su física supresión".

Pero "el cristiano con formación cívica desde los valores religiosos resultará siempre un ciudadano incómodo y difícil de manipular si es coherente con su fe y en su conciencia. La formación religiosa auténtica produce personas que no se doblegan ante las amenazas ni ante los halagos. La formación religiosa prepara a los cristianos no para determinarlos en una opción política conereta sino para que sean responsables en la sociedad, contribuyendo a su construcción".

Gabino Díaz Merchán concluyó su discurso haciendo un llamamiento, de acuerdo con las directrices del último Sínodo de los Obispos, al arrepentimiento de los pecados en una sociedad en la que "este arrepentimiento es una actitud peligros amente ritualizada en no pocos creyentes". Según el presidente de la Conferencia Episcopal, el mensaje sinedal es perfectamente aplicable a la lociedad española en las presentes circunstancias. "España vive con esperanza su presente y su futuro, porque hay una voluntad general de vivir en paz y en Concordia, superando viejos demonios de discordia civil. Pero vive también una situación cargada de problemas sociales como el paro y la intolerancia demagógica, que como cristianos queremos contribuir a superar en la reconciliación y en el respeto para todos. Los católicos debemos esforzarmos por superar la estrechez de las ideologías, políticas, anteponiendo a los intereses partidistas los bienes ciertos y comunes a todos los ciudadanos".

Díaz Merchán expresó su convencimiento de que "cada cristiano, desde su puesto en la sociedad y colaborando lealmente con los que tienen el poder político, en los partidos y en los sindicatos, en el Gobierno del Estado y en el de los entes autonómicos, o en la oposición, debemos auna esfuerzos en orden a lograr una sociedad más pacífica y más justa".