Shultz trata de tranquilizar a los norteamericanos sobre la guerra atómica
El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, intentó calmar los temores de los norteamericanos ante una eventual guerra atómica tras la proyección televisiva, el domingo por la noche, de la película The Day After (Al día siguiente), donde se muestran los devastadores efectos de una supuesta explosión nuclear en Kansas City.Como representante de la Casa Blanca, Shultz participó en el coloquio que siguió a la proyección de la cinta en la cadena ABC. El secretario de Estado dijo a los telespectadores, cuyo número se calculaba en varios millones, que la política seguida por el presidente Reagan trata de impedir una guerra atómica. La presencia de Shultz en un programa de este tipo es un hecho insólito, atribuible a la enconada controversia provocada por la cinta en todo Estados Unidos.
The Day After se ha transformado en un acontecimiento nacional, cuyo impacto sobre la opinión pública preocupa a la Administración Reagan. Los medios oficiales temen, sobre todo, ver minado el apoyo a la actual política de armamento de la Casa Blanca. Según Shultz, los horrores reflejados en la película no representan "en absoluto" el futuro. "La cinta", dijo, "es una descripción fuerte y dramática demostrando que una guerra nuclear es simplemente inaceptable". El secretario de Estado reafirmó que la política norteamericana se basa en la disuasión y la reducción de armamentos, y que EE UU negocia seriamente en Ginebra para llegar a un acuerdo sobre los euromisiles (INF) y las armas estratégicas (START) con los soviéticos. "Si somos constantes y las propuestas son razonables, al final obtendremos resultados.
Por su parte, el ex secretario de Estado Henry Kissinger, que también participaba en el coloquio,criticó la cinta calificándola de "simplista". Kissinger opinó que un "desarme psicológico" de EE UU constituye un peligro para la paz. Robert McNamara, antiguo secretario de Defensa del presidente Kennedy, estimó, sin embargo, que la película podía estimular la discusión.
Contra los euromisiles
Uno de los candidatos demócratas a las elecciones presidenciales norteamericanas, el senador Alan Cranston, efectuó ayer un llamamiento para que se anule la instalación de los misiles norteamericanos en Europa occidental y se acuerde un tratado entre EE UU y la URSS, que incluya las fuerzas nucleares de Francia y Reino Unido, según informó France Presse desde Nueva York. A cambio de incluir estas dos últimas fuerzas nucleares, la URSS se comprometería a destruir más de la mitad de los misiles soviéticos desplegados en Europa del Este.
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