Aviones franceses bombardean las posiciones chiitas en el este de Líbano

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Justificado oficialmente en París por el Ministerio de Defensa como una operación contra "objetivos militares", destinada a "prevenir nuevas acciones terroristas contra las fuerzas francesas en Líbano mediante una primera intervención", el bombardeo de los Super Etendard se produjo 24 horas después de que la aviación israelí atacase dos campos de entrenamiento de la misma milicia situados a 16 kilómetros al este de Baalbek. La intervención gala puede dar paso a una inmediata operación de castigo norteamericana contra Ia mismas posiciones y por los mismos motivos.

Portavoces castrenses en Te Aviv explicaron que la incursión sraelí, en la que murieron 43 milicianos libaneses e instructores iraníes, constituía "un castigo para aquellos que desarrollan acciones terroristas en Beirut y en el sur de Líbano", donde el 4 de noviembre fue volado en Tiro el cuartel general israelí por el conducto suicida de un camión repleto de explosivos cuyo estallido provocó la muerte de 29 soldados hebreos y 32 civiles árabes.

El portavoz del Gobierno israelí fue el primero en expresar ayer su satisfacción por la iniciativa militar francesa.

La Administración norteamericana ya había denunciado a Amal Islámica como el grupo organizador de ambas acciones terroristas. Estados Unidos, que dispone en Líbano de 1.600 marines y 30 buques de guerra de la sexta flota norteamericana, incluidos tres portaviones, con un total de más de 15.000 hombres a bordo, se ha abstenido ciudadosamente hasta ahora de llevar a cabo represalias, a pesar de ser el país que mayor número de víctimas -239 muertos- tuvo que lamentar en el atantado del 23 de octubre contra las fuerza multinacional, en el que perecieron también 58 paracaidistas franceses.

Numerosos observadores diplomáticos consideran, por lo tanto, inminente una operación de castigo norteamericano en Líbano, porque, ante su opinión pública, el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, está prácticamente obligado de seguir el ejemplo de Israel y Francia. El departamento, de Estado no ha criticado la iniciativa israelí del miércoles ni la francesa de ayer.

Advertencia de Mitterrand

El presidente francés, François Mitterrand, había advertido el miércoles por la noche, en una alocución retransmitida por televisión, que "el crimen contra la fuerza multinacional será castigado" y "sus responsables semetidos a una sanción justificada" cuya puesta en práctica fue seguida ayer por el ministro de Defensa, Charles Hernu, y el jefe del Estado Mayor, general Jeannoti Lacaze, desde el, centro de operaciones del Ministerio de Defensa en París.

Como ya ocurrió el miércoles durante la incursión aérea israelí, la artillería antiaérea siria -masivamente desplegada en toda La Bekaa- no disparé ni en un sola ocasión contra los aparatos galos que maniobraron con total libertad.

Hasta ahora sólo los vuelos de reconocimiento de los cazabombarderos F 14 Tomcat de la Marina de guerra norteamericana han sido objeto de disparos por parte de las baterías antiaéreas sirias instaladas en la Bekaa.

Esta segunda actuación ofensiva francesa -en septiembre los Super Etendard bombardearon a la milicia drusade Walid Jumblat, que abrió fuego sobre sus acuartelamientos en Beirut- pone en entredicho el papel de los cerca de 6.000 hombres de la fuerza multinacional europea y norteamericana enviada a Líbano como una fuerza de pacificación, que no tenía que inmiscuirse en las luchas entre facciones rivales que se desarrollan constantemente en este país.

Husein Musawi, adversario del Gobierno del presidente libanés, Amín Gemayel, ha desmentido en varias ocasiones cualquier participación de sus hombres en los atentados perpetrados contra la fuerza multinacional, aunque elogió a sus autores-kamikaze y justificó la acción terrorista.

Amal Islámica no es en absoluto representativa de la población chiita de Líbano -la mayor comunidad del país con 1.200.000 habitantes-, que se identifica con el movimiento Amal (Esperanza) que encabeza Nabih Berri que, por solidaridad confesional, expresa ahora su apoyo a la milicia chiita de Baalbek, víctima del bombardeo.

Nabih Berri, que ya exigió en la conferencia de reconciliación nacional libanesa de Ginebra la retirada del contingente militar norteamericano, pedirá también ahora la salida de los soldados franceses de Líbano, comprometiendo aún más el papel de la fuerza multinacional destacada en Líbano.