Reagan y Wojtyla
Ahora que ya no puedo mirar con ojos libidinosos a las esposa con la que me casé por la Iglesia Católica Apostólica y Romana, me dedico a la estoica contemplación de los discursos de Wojtyla y las ruedas de Prensa de Reagan. Por eso me ha extrañado que ante la invasión de Granada el primero de ellos aún no haya dicho nada, con la sensibilidad que mostró por el tema cuando ocurrieron las cosas de Polonia y Afganistán.A la vista de que el argumento oficial para invadir Granada fue el rescate de los súbditos norteamericanos que vivían allí, propongo que todos los miembros de la comunidad de los United States of America residentes aquí abandonen lo antes posible nuestro país, a ser posible con sus artefactos, ante el riesgo de que a su presidente se le ocurra, en el transcurso de una partida de golf, rescatarles, y nos envíe para ello la sexta flota. Les ruego que nos dejen abandonados a nuestro desorden interior, en la seguridad de que ya que no tendremos Westinghouse, nos acompañará Dios para hacernos pagar nuestros pecados, tal y como son los deseos de Reagan, manifestados en el Festival de la OTI, y hacia lo que se dirigen las oraciones de Wojtyla, expresadas en su visita a España. Gracias./
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