500 personas participaron bajo la lluvia en una concentración de comerciantes contra los atracos
Unas quinientas personas, entre las que se encontraban numerosos comerciantes, se concentraron ayer desde las 19 horas en la plaza Mayor de Madrid para protestar "por el aumento de la delincuencia y la falta de seguridad ciudadana". A las ocho de la tarde, casi una hora después de lo previsto, y bajo una incesante lluvia, José Serrano, secretario general de la Asociación Ciudadana Independiente, una de las que convocaban el acto, se dirigió a los manifestantes desde un automóvil provisto de equipo de megafonía.
Serrano pidió durante su intervención que cesen los atracos y asaltos que se vienen produciendo, a los que calificó de "terrorismo urbano"; criticó a las autoridades "por la falta de seguridad que se vive en las calles" y afirmó que "Madrid está de luto". Entre los asistentes a la concentración se encontraban los tres hijos y un hermano de Pablo Perea, joyero asesinado durante un asalto en su establecimiento de la calle de Tribulete, en el barrio de Lavapies, así como algunos comerciantes que han sufrido atracos en los últimos días.Durante la concentración, se produjo un incidente entre un anciano transeúnte, que defendió en voz alta la gestión del alcalde de Madrid y subrayó la escasa asistencia al acto, y un grupo de manifestantes, que le insultaro y le propinaron empujones mien tras gritaban "ahora sí que no hay libertad".
La concentración finalizó con un minuto de silencio por todas las personas fallecidas en los últimos atracos. Los organizadores atribuyeron la escasa asistencia a la ausencia de facilidades por parte de las autoridades para la organización de la concentración y a la persistente lluvia.
Los mismos grupos habían difundido un llamamiento para que durante el día de: ayer permanecieran cerrados los establecimientos comerciales. Esta convocatoria fue prohibida y declarada ¡legal por el gobernador civil de la provincia, José María Rodríguez Colorado, que anunció sanciones contra los comerciantes que contravinieran las normas legales. La apertura de establecimientos al público en Madrid fue ayer normal.
Según los convocantes de la manifestación, el aumento de la delincuencia y la escalada deúrímenes se debe en gran medida a las modificaciones de la ley de Enjuiciamiento Criminal y a la reforma penitenciaria, que han motivado, según estas organizaciones, la excarcelación de más de 6.700 presos.
"Estas modificaciones", según Serrano, "no las han realizado los taxistas ni los comerciantes ni las amas de casa, sino el Gobierno, y a éste corresponde solucionar los problemas de seguridad que tenemos ahora todos los ciudadanos".
50 atracos al mes en farmacias
Por otra parte, Pedro Gómez de Agüero, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, manifestó ayer en el curso de una conferencia de prensa que la directiva de la corporación ha solicitado una entrevista con el ministro del Interior, José Barrionuevo, y con el gobernador civil de Madrid para pedir que se tomen medidas de seguridad en tomo a este sector, que es uno de los más afectados por el incremento de atracos. "En caso de no recibir una respuesta inmediata de la Administración", manifestó el presidente del colegio, "realizaremos cierres simbólicos de farmacias y manifestaciones. Podrían disminuir también, e incluso nos plantearemos su desaparición hasta que se busque una solución, los servicios de urgencia".Los farmacéuticos amenazan con crear un servicio de protección propio y atender al público a través de ventanillas o de rejas metálicas, como se hace ya por las noches, si no son escuchados por la Administración.
"No hay otra solución", afirmó Gómez de Agüero, "en un sector en él que se producen más de 50 atracos al mes".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.