Las fuerzas leales a Arafat se hacen fuertes en Trípoli y mantienen el control del campo de refugiados de Badaui
Pese a las presiones para que abandone Trípoli, el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, permanecía ayer en la ciudad norteña libanesa. Sus hombres reforzaban las posiciones de Trípoli con nuevo armamento y mantenían el control del campo (de refugiados de Badaui frente a los ataques de sirios y de disidentes palestinos, sin que nadie pareciera darse por enterado de un alto el fuego pactado en Damasco, que finalmente fue anunciado por el propio Arafat a última hora de la tarde.
En un comunicado conjunto publicado en Libia, el líder de este país, Muamar el Gadafi, y el presidente sirio, Hafez el Asad, pidieron ayer la salida de Yasir Arafat de Líbano y expresaron su apoyo a un alto el fuego entre las facciones palestinas con objeto "de permitirles solventar sus diferencias democráticamente" en el curso de un congreso de Al Fatah, facción mayoritaria de la OLP. Arafat es responsable, según Asad y Gadafi, de la muerte de centenares de inocentes por haberse refugiado en los campos palestinos de Nahr el Bared y de Badaui y por haber concentrado baterías de artillería pesada y cohetes en las pobladas calles de Trípoli.En esta ciudad, Arafat declaró por la mañana que no existe ninguna negociación en marcha para preparar su salida de la ciudad y que las tropas leales de la OLP combatirían "hasta el fin". El líder de la OLP subrayó que mantenía su disposición a aceptar un alto el fuego. Arafat recorrió las zonas controladas por sus hombres en la ciudad, donde, por séptimo día consecutivo, continuaban los combates que han provocado la huida de unas 50.000 personas, según informa Reuter citando fuentes del Ejército libanés.
En nombre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), una delegación ministerial árabe formada por representantes de Kuwait y Qatar había obtenido el martes en Damasco un acuerdo (de alto el fuego entre las diferentes facciones palestinas enfrentadas en torno a Trípoli. El éxito de la gestión, no reflejado en la práctica, fue confirmado posteriormente en el comunicado final de la cumbre de jefes de Estado del golfo Pérsico, clausurada ayer en Doha.
Las fuerzas leales palestinas fueron informadas; del alto el fuego por una llamada telefónica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar ayer a mediodía, según manifestó en Trípoli Abu Jihad, jefe militar de las tropas de Arafat. Jihad dijo que Arafat había aceptado, pero que los ataques continuaban, según informó France Presse. En el campo de Badaui, los hombres de Arafat recuperaron ayer parte del territorio perdido y rechazaron un violento ataque de las fuerzas disidentes bajo mando sirio, tomando numerosos prisioneros, según informó Abu Ahad. A su vez, los disidentes dirigidos por Abu Musa iniciaron poco después del mediodía un violento bombardeo desde sus posiciones cercanas a la refinería. Las tropas palestinas disidentes, sin embargo, acusaron a Arafat de- haber bombardeado sus avanzadillas alrededor de Badaui.
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