Dos metros y medio de agua en la Gran Vía

La insuficiencia del colector de la plaza de Cerdá ocasionó el contratiempo más importante de la jornada. Unos dos metros y medio de agua quedaron encharcados en el paso, inferior de la Gran Vía, atrapando a seis vehículos particulares y a cinco autobuses que iniciaban, la jornada laboral, cuyos conductores fueron rescatados por los bomberos y por la Guardia Urbana. A pocos metros de allí, en la Zona Franca, el agua alcanzó una altura de metro y medio, obligando a los bomberos a usar susembarcaciones de rescate para sacar a diversos trabajadores de empresas inundadas y a los habitantes de las barracas situadas detrás del mercado de este barrio. A última hora de la tarde, los bajos de la calle de la Minería, en la Zona Franca, seguían inundados.

Al colapso circulatorio originado por la inundación de la plaza de Cerdá se añadió el ocasionado por el hundimiento de parte del muro de contención del Cinturón de Ronda, a pocos metros de la plaza, que obligó a restringir el tránsito durante todo el día.

Los 74 litros por metro cuadrado que en el momento de máxima intensidad cayeron en Barcelona hicieron patente una vez más la incapacidad del colector de la plaza de Cerdá y la del sistema de bombeo de agua. La solución definitiva de este punto negro está prevista en el plan cuatrienal de inversión del Ayuntamiento de Barcelona, lo que hace presuponer que no será realidad antes de cuatro años. Para paliar este plazo, el consistorio estudiará la instalación, de forma inminente, de un semáforo para regular y cortar el tráfico por el paso inferior de la plaza al más mínimo peligro de inundación. Una boya dispararía automáticamente un dispositivo para cortar la circulación.