Carlos Solchaga veta al representante de Comisiones Obreras en la mesa de la reconverasión industrial

El ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, mantuvo ayer tres reuniones diferentes con las centrales sindicales, la patronal y la comisión de promoción de Sagunto. En la primera de ellas, la más problemática y la que tuvo más publicidad, Solchaga afirmó que no volverá a reunirse con CC OO en la mesa de reconversión industrial hasta queeste sindicato explique públicamente la actitud del secretario general del Metal, Juan Ignacio Marín -que se encerró el jueves en la sede del ministerio-; o sea retirado como representante de CC OO en las negociaciones. La mesa de concertación de la reconversión industrial se reunirá el próximo martes, a las 10 de la mañana, con la sola presencia de UGT y ELA-STV.La mesa de concertación de la reconversión industrial fue suspendida ayer a los pocos minutos de comenzada, a instancias del ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga. El ministro expuso como cuestión previa que no consideraba a Juan Ignacio Marín interlocutor válido, por lo que pedía a CC OO que designara un nuevo representante en la mesa. Marín, con otros miembros del sindicato y representantes de CC OO, se encerraron el pasado jueves en la sede del Ministerio de Industria, de donde fueron desalojados por la policía.

Dos alternativas

Según las palabras del ministro, confirmadas por el subsecretario de Industria, Luis Carlos Croissier (véase EL PAIS de ayer), Marín había prometido que no se produciría encierro alguno. El ministro calificó loshechos de "engaño continuado".

Tras un largo receso, Carlos Solchaga ofreció dos alternativas a CC OO: o el sindicato hacía un comunicado lamentando públicamente los malentendidos del día anterior y comprometiéndose a que los incidentes no se repetirían mientras durasen las negociaciones, o CC OO retiraba como representante en la mesa a Juan Ignacio Marín.

La decisión adoptada por el ministro -"precisamente por su trascendencia"- fue consultada previamente con el presidente del Gobierno, Felipe González. "Mi impresión personal", dijo Solchaga, "es que la actitud de CC OO ni es noble, ni es de negociación, ni es de cooperación". Por su parte, CC OO, a través de Julián Ariza, calificó ayer de "gigantesco traspié" la postura del ministro de Industria. Ariza subrayó que el veto suponía un atentado contra la soberanía: la libertad de los sindicatos. "Si alguien ha de dejar de venir", dijo, "no será el secretario general del Metal". Julián Ariza insinuó que el veto lo que pretendía era excluir a CC OO de la negociación.

Marcelino Camacho afirmó que, "si no hemos aceptado vetos de Franco, que nos inetía en la cárcel, no vanios a aceptarlos ahora, que estamos en un régimen de libertades". Juan Ignacio Marín explicó que él sólo prometió que no se encerrarían para constituirse en comisión de seguimiento.

El veto al representante de CC OO puede tener una gran transcendencia por cuanto una de las partes tendrá necesariamente que ceder. En una primera lectura no parece posible que CC OO acceda "por principios" a cambiar a su representante, lo que supondría que o Solchaga cambia de parecer -lo que tampoco parece viable, ya que sería un pulso perdido por el Gobierno- o la reconversión industrial habrá de hacerse en contra del sindicato en cuestión, lo que la complicaría hasta expremos impensables. Como única salida, quedaría un comunicado de compromiso.