Cientos de asfixiados por el barro.
Varios cientos de las por ahora 1.233 víctimas mortales del terremoto que en las primeras horas del domingo sacudió dos provincias del este de Turquía murieron ahogadas por el barro producido al hundirse sus casas de adobe, según un portavoz de la Cruz Roja Internacional. En los días que precedieron al seísmo y hasta hoy llueve y nieva en la zona siniestrada. En los hospitales se encuentran 534 heridos, mientras prosiguen los trabajos dé rescate, y se teme que el número de muertos pueda Regar a los dos millares. En la foto, dos hermanos de la localidad de Koprukoy, en la provincia de Erzurum, junto a su casa, en la que perecieron sus padres.
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