La integración de las comunicaciones y la informática, base de la exposición Telecom-83
Más de 600 empresas, de 72 países, presentan desde el pasado miércoles, en el amplísimo marco del nuevo Palacio de Exposiciones de Ginebra, sus últimas novedades, que se calcula serán contempladas hasta mañana por no menos de 200.000 personas, y que demuestran la creciente integración de las comunicaciones y la informática. Esta magna muestra es la IV Exposición Internacional de Telecomunicaciones, Telecom 83, auspiciada por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT). Ordenadores que hablan y escuchan, equipos de conmutación de paquetes, centrales digitales, sistemas de videotex, cables, de fibra óptica, antenas y satélites se mezclan en esta feria de un sector que está revolucionando la vida cotidiana.
En el pabellón de un gigante de la informática y las comunicaciones japonés, la empresa NEC, todavía poco introducida en Europa, dos jovenes y simpáticos ingleses presentan en vivo, cada hora, un espectacular sistema de reconocimiento de voz por ordenador y traducción simultánea. El reconocimiento y la síntesis de voz es uno de los sectores que ha evolucionado con más rapidez desde hace cuatro años, en que se celebró la última Telecom. La empresa japonesa afirma que, aunque el sistema es experimental todavía, su ordenador puede reconocer una frase, efectuar una traducción al idioma requerido y decir la frase traducida por medio de la síntesis de voz.En Japón los sistemas de reconocimiento de voz se encuentran instalados, por ejemplo, en centros de distribución de mercancías, donde un operario va diciendo al ordenador dónde va destinada cada mercancía y éste las dirige al muelle de carga correspondiente. Sin embargo, el escollo está en la comprensión por la máquina de secuencias largas de palabras. Por eso, el sistema de traducción simultánea levanta recelos, y hay quien afirma que durante una de las demostraciones una equivocación en una frase dicha por la joven inglesa no se vio reflejada en la traducción del ordenador.
En el pabellón de ITT, donde, al igual que en los de otras grandes multinacionales, como IBM, GTE, Philips, etcétera, la concentración de ministros por metro cuadrado alcanzó altísimas cotas durante los primeros días de la exposición, se presenta otro sistema de reconocimiento de voz para oficinas, que es capaz de reconocer una secuencia de hasta 70 palabras. Permite, por ejemplo, llamar directamente a una extensión de la misma empresa diciendo por el auricular de un teléfono conectado al ordenador el nombre del departamento y el de la persona con quien se quiere hablar, y establecer un diálogo con el ordenador en caso, por ejemplo, de que la línea se encuentre ocupada o se quiera repetir la llamada. Estos sistemas se espera que estén en el mercado en un plazo que no supere los cinco años.
La exposición, que se celebra en paralelo con el IV Foro Mundial de las Telecomunicaciones, se presenta como el acto cumbre del Año Mundial de las Comunicaciones, proclamado por las Naciones Unidas en reconocimiento de la importancia fundamental de la infraestructura de comunicaciones como elemento primordial en el desarrollo económico y social de todos los países. Está auspiciada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), de la que son miembros 158 países, como medio de ofrecer a todos sus miembros la posibilidad de mantenerse al día en el progreso tecnológico en este campo trascendental.
La exposición de este año cuenta con la participación, por vez primera, de dos gigantes, aunque de distinto carácter, del sector de las telecomunicaciones. Un país, China, con una población de 1.000 millones de habitantes, y una infraestructura de comunicaciones atrasada, y la empresa estadounidense American Telephone and Telegraph (ATT), que hasta ahora ostentaba virtualmente el monopolio en Estados Unidos. Un tema, el de regulación del mercado norteamericano, que va a permitir la introducción de otras compañías privadas en el campo de las telecomunicaciones en Estados Unidos, con una repercusión inevitable en el resto del mundo, es el telón de fondo de la feria.
España participa en Telecom 83 con un pabellón de tamaño medio, en el que están representadas 10 empresas. Dos de ellas, la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) y Standard Eléctrica, SA, con sus filiales CITESA y Marconi, ocupan la mayor parte del pabellón, mientras que otras empresas: Telettra Española, Intelsa, Cables de Comunicaciones, Amper Radio, Telefonía y Electrónica, Sitre, Cineni y Sintel, completan la representación.
Fibras ópticas
Las centrales digitales de conmutación y la utilización de fibra óptica para comunicaciones son otros temas de interés para el sector que se encuentran abundantemente representados en la feria. La tendencia es a procesar digitalmente toda la información de que se nutre la red de comunicaciones de un país, sea voz, texto o datos y establecer una red unificada de transmisión, la llamada red digital de sistemas integrados, que se puede considerar el objetivo ideal actual de los sistemas de telecomunicación en todo el mundo.En una red digital, la utilización de fibras ópticas, que permiten una fiabilidad y, sobre todo, una capacidad mucho mayores, se perfila como el instrumento ideal. El Reino Unido, con 10.000 kilómetros de red instalados a finales de este año y un total de 140.000 kilómetros previstos para 1992, está en cabeza en la aplicación de esta nueva tecnología.
Las comunicaciones rurales, la radio celular, los equipos de multiplexado y de conmutación de paquetes forman otros aspectos tratados en la exposición y en las sesiones del foro. La mayoría de los grandes pabellones presentan información sobre sus productos mediante sistemas de videotex, que, al mismo tiempo, sirven para mostrar las posibilidades de estos sistemas de información, y que se complementan con sistemas de teleconferencia. Los satélites de televisión directa, actualmente en fabricación o proyecto, como el de Francia y el de. la RFA, y el tema de comunicaciones por satélite y actividades espaciales también forman un sector importante de la exposición.
El pabellón perteneciente a la Unión Soviética es uno de los que presenta la retransmisión de programas de televisión en directo, vía satélite, captados por una de las antenas que pueblan una parte descubierta de la exposición. China presenta un ordenador personal que recibe el sugestivo nombre de Gran Muralla, y el Reino Unido, un automóvil altamente tecnificado, el Communicar, que dispone de radioteléfono, impresora, microordenador, televisión, buscapersonas, equipo de radioaficionados y radiocasete estéreo.
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