Fuerte influencia en los mercados norteamericanos de los resultados publicados por algunas empresas
La publicación de resultados trimestrales por una parte significativa de las empresas cotizadas en Wall Street, junto con la tensa situación internacional, especialmente a raíz de los acontecimientos en Líbano y Granada, han influido de forma decisiva en el comportamiento de los mercados de valores estadounidenses.En lo que se refiere a la situación política, según el informe semanal de Shearson American Express, la Bolsa ha demostrado cierta preocupación, aunque según este criterio tendría que deteriorarse mucho más para provocar una avalancha vendedora. De hecho, algunos mercados no han acusado el aumento de la tensión internacional, ya que el oro, barómetro típico de este tipo de situaciones ha defraudado a sus seguidores, cayendo más de 10 dólares por onza el jueves pasado. Este hecho no ha venido sino a confirmar las tesis de algunos conspicuos analistas que insisten en señalar que los metales preciosos han perdido su carácter de inversión refugio que les caracterizó durante épocas anteriores.
En realidad, lo que fundamentalmente sigue preocupando a los inversores son asuntos de índole eminentemente económica, de ahí que los inversores castigaran con dureza a las sociedades cuyos beneficios quedaron por debajo de las espectativas preestablecidas, aunque dichos beneficios resultasen importantes.
El ejemplo de Commodore
Un ejemplo ilustrativo lo ha constituído la Commodore Intl., empresa líder en el mercado de ordenadores personales. Conimodore declaró haber ganado 0,76 centavos por acción durante el pasado trimestre, multiplicando casi por dos los resultados del mismo período del año anterior. Sin embargo, bastaron rumores, hasta ahora infundados, sobre un posible defecto en algunos de sus productos para que la cotización descendiera más de un 15% en sólo dos sesiones.
En lo que se refiere al campo macroeconómico, la Administración Reagan declaró que el índice de precios al por menor había aumentado durante el pasado mes en un 0,5%, situándose dicho índicador en los primeros nueve meses de este año en una tasa anual del3,7%. Sorprendió en medios económicos la debilidad de los pedidos industriales, que aumentaron sólo un 0,5%, cuando las estimaciones apuntaban un incremento del orden del 2%.
La economía sigue, pues, funcionando a buen ritmo y por ahora sin presiones inflacionistas. Sin embargo, lo que más preocupa sigue siendo el déficit presupuestario, ya que el comité de presupueatos del Congreso reveló el miércoles pasado que el déficit 1984 se mantendría a niveles de 190.000 millones de dólares.
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