El PSOE rechazó establecer relaciones con Israel y celebrar el referéndum sobre la OTAN antes de final de año

El PSOE rechazó ayer tomar en consideración diversas propuestas concretas presentadas por otros grupos parlamentarios, tales como el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel antes del 31 de diciembre (sugerido por el Grupo Popular) o la celebración del referéndum sobre la OTAN antes de la misma fecha, tal como pedía el partido comunista. Los socialistas sí tomaron en cuenta, en cambio, algunos otros puntos, mucho más genéricos, de las resoluciones presentadas por los grupos Popular, Comunista, minorías Vasca y Catalana y Centristas. La discusión de estas propuestas cerró anoche el debate parlamentario sobre política exterior, que se prolongó durante dos días en el Pleno del Congreso de los Diputados.

Solamente la intervención del portavoz del Grupo Popular, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, rompió un tanto la sensación de trato de guante blanco que presidió el tono general de este debate. Herrero comenzó la defensa de la propuesta de resolución de su grupo, constatando "el carácter contradictorio y múltiple de las líneas de política exterior del Gobierno", lo que, según él, podría responder "a las tensiones internas y permanentes contradicciones entre las bases y los cuadros, de los cuadros entre sí, e incluso de los diferentes miembros del Gobierno del PSOE: "A nivel de partido, ustedes, señores socialistas, sabrán cómo van a resolver en su próximo congreso la serie de resoluciones anti-OTAN que poco a poco van prosperando en sus congresos provinciales", dijo Herrero, quien después se refirió a las contradicciones que el propio presidente del Gobierno ha sufrido "en las diversas etapas de su pensamiento en materia internacional".

Estudio de necesidades

El Grupo Popular, que insistió en su oferta de realizar una política exterior de Estado, pidió que el Gobierno presente ante el Congreso, antes del 31 de diciembre, un estudio de las necesidades defensivas de España, e hizo hincapié en la necesidad de que nuestro país se integre en la estructura militar de la Alianza Atlántica; este fue, en la práctica, el punto más concreto de la propuesta de resolución presentada por la oposición conservadora y en el que más hincapié hizo Herrero de Miñón.Los socialistas rechazaron también numerosos párrafos de la propuesta de resolución comunista, que solicitaba que España se oriente hacia una política de neutralidad y que suscriba, cuanto antes el tratado de no proliferación de armas nucleares -en este mismo sentido se pronunciaba una propuesta presentada por la Minoría Vasca-. Igualmente, el PCE pedía que el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN se produzca antes del próximo 31 de diciembre, si bien el propio Santiago Carrillo admitió que "presentamos este punto sin ninguna esperanza, ya que está condenado a la derrota de antemano por los votos conjuntos del Gobierno y de la oposición protocolizada".

La propuesta del PCE incluía un apoyo a las tesis Andropov en cuanto a desarme europeo, al pedir que se contabilicen todos los misiles nucleares existentes en Europa sin exclusiones y la destrucción de todos aquellos misiles que sean desmontados.

Los socialistas sí aceptaron, en cambio, una propuesta de resolución conjuntamente presentada por las minorías catalana y vasca, y los centristas pidiendo al Gobierno que "redoble sus esfuerzos de cara a la negociación de adhesión de España a la CEE", reiterando la voluntad de que España no permanecerá ajena a la defensa de Occidente e instando al Ejecutivo para que remita urgentemente a la comisión de Agricultura del Congreso los acuerdos tomados en la reunión de ministros de Agricultura de la comunidad recientemente celebrada en Bruselas.

Esta misma resolución insta al Gobierno para que en la próxima cumbre hispanoportuguesa de Lisboa, que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre, figure en agenda la petición al Gobierno de Portugal para que retire la llamada tasa de frontera recientemente establecida. El hecho de que los socialistas aceptaran esta resolución indica claramente que Felipe González solicitará a Mario Soares, en su encuentro con éste, que el recién creado impuesto de frontera sea inmediatamente abolido.