Vale, Walesa

Soy un sindicalista de una empresa química de Tarragona, pienso que Walesa estará muy contento por el Nobel de la Paz, aunque en estos premios haya de todo (recordemos a Beguin, Kissinger y Sadat ... ). Walesa ha dicho a la Prensa que le cuesta creer que sea el galardonado. La verdad es que a los demás también nos cuesta creerlo. Recuerdo un desgarrado reportaje en una revista, en el que aparecía paseando tranquilamente por un bosque cuando se hallaba encarcelado. Recuerdo, también, que tenía buen aspecto fisico, pese a que sin duda los carceleros le infligían sutiles torturas. Posteriormente me enteré de que le habían readmitido en su antiguo puesto de trabajo.No hay duda de la tremenda perversidad de los dirigentes de Polonia y de los continuos sufrimientos a que se ve sometido. A Walesa no le pasa lo que a los trabajadores de este país, donde hay unos patrones que tienen la delicadeza de despedirte si, estando de baja laboral por enfermedad, te encuentran pescando.

Resista, Walesa, que en Occidente seguimos con sumo interés y emoción su desgarrador sufrimiento. Luche sin desmayo por un sistema tan justo y democrático como el de mi país, donde uno tiene enormes posibilidades de quedarse sin empleo si es que aún lo tiene, y donde somos totalmente libres para pedir limosna en las calles de Tarragona, Madrid, Barcelona o cualquier ciudad o pueblo que a uno le plazca. Insista, Walesa. ¡A ver si consigue un sistema como el nuestro! Pues, en definitiva, a ello se debe el que haya sido el elegido para tan alto galardón./

Salou, Tarragona.