Los partidos de la coalición italiana no acudirán a la manifestación de hoy
Italia saldrá hoy a la calle para expresar su protesta pacífica contra la violencia nuclear. Lo hará con una imponente manifestación en Roma de más de medio millón de personas (según todas las previsiones) que ya han empezado a llegar de todo el país. Llegarán con 2.000 autobuses, 11 trenes especiales, un barco desde Cerdeña y miles de automóviles privados.Los manifestantes aquí en Italia van a ser muy variopintos, porque van a desfilar en Roma, juntos, monjitas con sus hábitos y sus velos y prostitutas. Juntos estarán comunistas y frailes franciscanos de Asís; verdes y miembros de Autonomía Obrera, quienes se temen que puedan dar señales de una pizca de violencia, por lo menos verbal. Y por primera vez irán juntos curas oficiales con sotana, como pide el papa Wojtila, y ex sacerdotes casados, acompañados por sus esposas e hijos.
Se manifestarán juntos hoy en Roma lo sacro y lo profano, jóvenes con vaqueros y señores elegantes. Todos contra la guerra, contra los misiles, contra todo lo que huela a ¡pum! como ha escrito un diario de Roma.
Pero serán vistosas también las ausencias, porque faltarán los paladines en Italia de la no violencia, los radicales. No desfilarán, curiosamente, por protesta. Dicen que no se puede gritar contra los misiles que se van a instalar en Comiso (en la isla de Sicilia), cuando ya el norte de Italia está minado de cabezas atómicas y todos se callan. Y que no se puede estar contra los misiles de la Alianza Atlántica y no contra los del Pacto de Varsovia.
Tampoco estarán los sindicatos oficiales ni los cinco partidos que componen el actual Gobierno presidido por el socialista Bettino Craxi, porque no están de acuerdo sobre el desarme total, es decir, democristianos, socialistas, socialdemócratas, republicanos y liberales. Pero estarán individualmente muchos líderes de dichos partidos, como por ejemplo la izquierda del partido socialista. Y estarán los comunistas, quienes dudaron hasta el último momento, hasta que el líder Enrico Berlinguer decidió días atrás participar en la marcha de la paz de los católicos de Asís y comió en el convento con los padres franciscanos.
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