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Furor luciferino

Quéjanseme un escritor bético y un cantautor nazarí de que a partir de ahora Lauren Postigo va a salir mucho en la televisión de Andalucía. Nada más lógico. El onubense Postigo entra dentro de las llamadas transferencias. Y, por eso, si antes estuvo con sus Cantares en Prado del Rey, hoy está en ese como-a modo de Corral del Virrey que es la televisión gubernamental en modelo autonómico. Y en lo, dicho no hay guasa, sino agrimensura.Porque, claro está, que con la responsabilidad d e gobernar pasa como con la historia: nunca se recibe a beneficio de inventario. Se hereda todo. Veamos un ejemplo. Leo en este periódico el siguiente titular: "Las anomalías se han transferido a las comunidades autónomas". Encabeza una información sobre líneas de transporte de viajeros y de mer cancías, referida a Cataluña, Cantabria y Galicia. Y en ella se dicéque hay "una transferencia paralela, junto a las competen cias, de las irregularidades de laAdminístración central de transportes...". A ver: ¿qué esperaban?, ¿o es que no sabían que en España la incompetencia suele anidar en el seno de las competencias? Ocurre con las autonomías lo mismo que con la última zarina de Rusia: transmitió al zarevich los derechos al trono imperialy la hemofilia. Lo que ya no aparece por ninguna parte es la extraordinaria belleza de aquella Alejandra Feodorovna, cuyo retrato oval encandiló al adolescente Gil Albert.

Y es que el Estado de las autonomías es una "construcción especular". Nace de la fragmentación del gran espejo central y en cada trozo de espejo se refleja como un eco de luz la imagen del anterior Estado. Sino que los virreyes de ahora quieren la luz sin sombras, como en la pintura medieval. Y eso no puede ser, por mucho que a la hora de buscar modelos la memoria inerte tire hacia atrás y nos lleve a la Edad Media. Quienes saben dicen que la luz de la pintura medieval era suprasensible, no natural, porque la luz natural es la que arroja sombras. Por eso en la luz natural, transferida del espejo grande, van las competencias y las incompetencias, las virtudes y-los vicios, los ángeles y los demonios (después de todo, o antes, Lucifer significaba "portador de luz")... No hay una aduana para distinguir las voces de los ecos y escuchar, solamente, entre las voces una; pues se hereda el eco, la voz y el portavoz.

También, por fortuna, se heredan viejos canales como el de la Parra, inaugurado en 1858 y jubilado hace 80 años, que rehabilitado ahora salva a Madrid de la sequía. 0 edificios, como el sevillano- hospital de las Cinco Llagas, donde tendrá sede el Parlamento- andaluz. Es un hermoso monumento renacentista cuya capilla central, rodeada de magnolios y latanias, servirá para salón de sesiones cuándo terminen las obras y los trámites para desacralizar tal recinto. Porque en España muchos lugares parlamentarios son herederos de antiguas iglesias.

Desde las Cortes doceañistas de san Felipe Neri al Congreso y al Senado, hijos, respectivamente, de los viejos conventos del Espíritu Santo,y de agustinos calzados.

En el Parlamento andaluz estará la mesa donde antes estuvo la misa, en ¿l presbiterio; el despacho presidencial en la sacristía y el público en los triforios. Así, pues, no andaba en eso descarriado don Leopoldo Calvo Sotelo cuando en cierta ocasión preguntó: "¿Se ha ido ya Landelino o sigue expuesto?". Ni tampoco un Congreso que en tres legislaturas saca a sus presidentes de las nunca secas raíces cristianas (o democristianas). Ni unas transferencias que en sus rayos de luz, más o menos de los ángeles o de Lucifer, traspasan competencias, incompetencias y programas de Laurén Postigo. Es el furor luciferino.

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