Un nuevo personaje se suma al mundo infantil de los Grimm
Blanca Nieves, Hansel, Gretel y la Cenicienta tienen una nueva compañera de ficción en el mundo de la mitología infantil, gracias a un cuento de los hermanos Grimm recién descubierto, cuyo personaje central es una niña de nombre desconocido, según informó The New York Times. El cuento se atribuye a Wilhelm Grimm, que junto a su hermano Jakob publicó la colección de cuentos populares más famosa del mundo.El hallazgo se encuentra en un manuscrito fechado en 1816, que refleja la retorcida caligrafía de Wilhelm Grimm y es la primera historia prácticamente desconocida hasta ahora que hay que añadir a la colección de 210 cuentos populares y de hadas, publicados por los famosos folkloristas alemanes en dos volúmenes entre 1812 y 1815. El cuento va dirigido a una niña llamada Millie.
En una introducción poco habitual, el autor explica a la "querida Millie" que dos corazones humanos pueden encontrarse incluso a distancia y le explica que, pese a no haberla encontrado, la aprecia y sabe que a ella le gustaría que le contase un cuento. Inmediatamente después, Wilhelm Grimm inicia un cuento de unas 2.500 palabras encabezado por la clásica fórmula de "Érase una vez".
El manuscrito era propiedad de la familia de la niña a la que' va dirigido el cuento, según Michael di Capua, director de la editorial que ha comprado el manuscrito y piensa publicarlo dentro de un año, acompañado de ilustraciones. En 1974 los descendientes de Millie habían puesto a la venta el documento, que ha pasado por varias manos antes de ser finalmente vendido a sus actuales poseedores por una suma que ronda los 26.000 dólares (4 millones de pesetas).
El argumento trata de una madre que envía a su hija al bosque para protegerla de una guerra inminente. La niña, cuyo nombre no se menciona en toda la historia, es guiada por su ángel de la guardia a la cabaña de un anciano que le da cobijo. A cambio de esta protección la niña le sirve fielmente durante un período de tiempo que a ella le parece de tres días, pero que, en realidad, son 30 años. Cuando la niña abandona el bosque, el anciano le revela que su verdadera identidad es la de san José y le da un capullo de rosa, asegurándole que regresará al bosque cuando esté haya florecido.
