Súbito aumento de la violencia en el Estado indio de Punjab

Las medidas de seguridad han sido espectacularmente reforzadas en el conflictivo Estado de Punjab, en el norte de la India, al tiempo que la primera ministra, Indira Gandhi, condenó ayer la escalada de, la violencia, que ha causado ocho muertes en las últimas 48 horas.Un batallón de la policía de seguridad, una unidad paramilitar especialmente preparada para hacer restablecer el orden, llegó ayer a la ciudad industrial de Jullundur.. Este batallón intervino anteriormente en el Estado de Assam, donde el pasado mes de febrero murieron 3.000 personas en enfrentamientos entre inmigrados y nativos.

Esta mañana, al menos tres personas resultaron muertas y otras, 25 heridas en una explosión registrada en Chandigarh, en el Estado de Punjab, según la información facílitada por la policía. Es el cuarto atentado con granadas que tiene lugar en el norte de la India desde el pasado jueves, cuando cinco personas murieron y 40 fueron heridas en sendos antentados en dos cines de Nueva Delhi y en una estación de ferrocarril de la capital.

Fuentes de la policía de Nueva Delhi dijeron que los atentados fueron obra de extremistas de Punjab, y ofrecieron una recompensa de 2.500 dólares a quien facilite información que permita la detención de los autores de las explosiones.

El Estado de Punjab, con una población de 12 millones de sijs, ha sido repetidamente escenario de movimientos en demanda de autonomía por parte de esta minoría racial.

Indira Gandhi condenó ayer la violencia y acusó a los partidos de la oposición de alentar las diferencias religiosas en el país. La primera ministra se refirió al peligro creciente de una guerra generalizada, y mencionó la necesidad de encontrar el camino para poner fin a las armas.

"Creo que al menos el 90% de la población está de acuerdo en que nadie saldría vencedor de una guerra, todos saldrían perdiendo", manifestó Indira Ghandi.