La 'Quinta sinfonía' de Mahler abrió la temporada de la orquesta de RTVE
La Sinfónica de Radíotelevisión, dirigida por Odón Alonso, inició el pasado fin de semana su nuevo curso con la interpretación de la Quinta sinfonía, de Gustav Maliler. Se celebraba por vez primera en jueves el conciertode la RTVE en el Real, que tuvo su réplica el viernes por la noche. Esta modificacion, sus razones, conveniencias o incomodidades, fueron tema de conversación en el reencuentro de los abonados con su orquesta. A fin de cuentas, el teatro aparecía prácticamente lleno, lo que dice mucho en favor de la actualidad de la música mahleriana, vigencia que desde los años cincuenta hasta hoy no ha hecho, sino crecer.Hemos escrito todos bastante sobre Mahler este verano, con motivo de la interpretación de esta misma Quinta sinfonía en el Festival de Santander por la Orquesta de la RTV de Moscú. Ha aparecido una nueva edición de los Estudios sobre Mahler, de Federico Sopeña, y se editó la traducción española -excelente- del libro de Bruno Walter, con el inteligente prólogo de Pierre: Boulez. La versión española del Luchino Visconti, de Gaía Servadío -libro interesante que provoca alternativamente nuestra conformidad y nuestro desacuerdo-, puede -completar el cerco a la Quinta sinfonía, puesta en vías de popularidad multitudinaria desde el estreno de Muerte en Venecia, en 1971.
Puede decirse, pues, que iniciar el curso con Mahler, y concretamente con la Sinfonía en do sostenido menor, constituye una forma de servir la actualidad, bien arriesgada por cierto. Odón Alonso, a lo largo de su carrera, ha demostrado que no se arredra ante las dificultades, y el montaje de una partitura del calibre de la quinta, que la Orquesta de RTVE no había puesto nunca sobre sus atriles, se alzaba como empresa diricil y hasta peliaguda.
Para penetrar enteramente en los últimos rincones del bosque mahleriano ("en mis obras, decía el compositor, se halla mi existencia entera, mi visión total del mundo..., mi ansiedad, mis miedos") se necesita tiopmpo y multiplicación de las ejecuciones, tanto por parte de la orquesta como por la del director. El primer acercamiento estuvo, impulsado por una sensibilidad aguda, una temperatura expresiva evidenciada en e célebre adagietto y una considera ción del todo como hecho sonoro en palabras de Alejo Carpentier Cuanto una gran sinfonía mahle riana encierra de gran espectácul orquestal (no por sincero meno espectacular) precisa de un virtuo sismo extremado, capaz de eleva al primer plano las innovacione de Mahler en el dominio instru mental. Gabriel Enget resalta la sonoridad etérea de la flauta, la amarga o irónica estridencia de clarinete en mí, timbre/color par lo grotesco, la explotación del re gistro agudo del oboe, la expresivi dad fuerte del fagot en sus nota altas, las interjecciones del contrafagot o la poética explotación d las trompas, a solo o en grupo Todo ello puesto al servicio de un narración que tiene tanto de fantasía como de psicologismo autobio gráfico.
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