La España compañera

Los diferentes discursos pronunciados ayer en el acto de concesión de los Premios Príncipe de Asturias 1983, en Oviedo, coincidieron -por la estelar presencia del premiado presidente de Colombia, Belisario Betancur- en conmemorar una vez más los tradicionales lazos entre España y Latinoamérica. ( ... ).El contenido de los discursos pronunciados va más allá de meras palabras protocolarias para precisar una vez más en acto público, con los jefes de Estado español y colombiano, que las relaciones tradicionales no deben quedarse sólo en conmemoraciones o palabras, sino en hechos. Y esto es precisamente lo que ha significado la coincidencia en Madrid, anteayer, del presidente Betancur, que se entrevistó con el presidente del Gobierno, y el embajador especial estadounidense para Centroamérica, Richard Stone, que dialogó con el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán.

Colombia, en el marco del espíritu de Contadora apoyado por España, mantiene que la situación centroamericana deriva del conflicto Norte-Sur, o ricos y pobres. En su discurso de Oviedo, una pieza de indudable valor literario, Betancur lo expresó al referirse a aquellos pueblos vecinos "acorralados por la miseria y dominados por la ignorancia". En cambio, la versión estadounidense se limita a considerar aquella situación como un conflicto Este-Oeste, o comunismo contra democracia. Stone, además, no ha pedido ninguna mediación a España.

Ha sido, sin embargo, importante la cita de Madrid para fortalecer el menguado papel internacional de España, más allá de las simples palabras de amistad que a menudo no hacen sino ocultar problemas, como ahí están para recordarlo los casos distintos de Portugal y Marruecos. La principal pertenencia occidental y europea de España debe acompañarse de un renovado protagonismo como compañera de Latinoamérica. Madrid y Oviedo lo acaban de recordar con eficacia.

, 9 de octubre