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Vil provocación

El secuestro del capitán farmacéutico Martín Barrios, en Bilbao, es una muestra más del cerrilismo y la nula catadura moral de esa banda terrorista-mafiosa que responde a las siglas de ETA. Sin embargo, no es un secuestro más, como otros que ha cometido esa nefasta organización. Sorprende, en primer lugar, que ETApm VII Asamblea prive de su libertad a un capitán de Farmacia y que pretenda someterle a un interrogatorio, lo que, o bien demuestra una ignorancia supina por parte de ETA, o es fruto sólo de su demencial locura terrorista. Cualquiera que conozca mínimamente las Fuerzas Armadas sabe que un capitán de Farmacia no está jamás en posesión de secretos ni de informaciones que puedan servir a los terroristas. El que, por otra parte, se intente chantajear con este secuestro a la justicia y a las Fuerzas Armadas, pidiendo su libertad a cambio de la liberación de los terroristas que asaltaron el cuartel de Berga, es un sistema muy poco eficaz de demostrar la inocencia de los procesados. ¿Cree alguien en su sano juicio que se va a acceder a ese chantaje terrorista? ¿Desconoce ETA que con este secuestro no hace sino poner en ridículo y dejar materialmente "con el culo al aire" a los defen$ores de los acusados por el asalto al cuartel?No parece sino que la presente acción terrorista tiene otras lecturas paralelas. Por un lado, la facción que dice haber realizado este secuestro es ETA Político-militar VII Asamblea, grupo que ha sufrido hondas divisiones internas desde hace tiempo, y que podría buscar con esta acción una reafirmación de su protagonismo respecto a las otras facciones de esta banda terrorista. Por otro lado, está claro que el móvil último de este lamentable hecho no es otra cosa que la provocación directa a las Fuerzas Armadas. ETA, en todas sus ramas y frentes, al igual que la ultraderecha, ven que sólo la involución golpista puede salvarles del aislamiento social en que, poco a poco, han ido cayendo. Por ello tratan de buscar esa tabla de salvación a través de la provocación directa a los sectores más sensibilizados ante la amenaza terrorista. El ciudadano español debe ser consciente de que este nuevo y vergonzoso secuestro no es un acto contra el Ejército ni contra los militares exclusivamente, sino una nueva bofetada a las ansias de libertad, de democracia y de convivencia pacífica del pueblo español.

Más información
Chantaje inaceptable
El secuestro del capitán

, 8 de octubre

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