Walesa declara que seguirá luchando "por medios pacíficos pero eficaces", por la causa de un sindicato independiente
El nuevo premio Nobel de la Paz, el líder sindical polaco Lech Walesa, manifestó ayer, en una conferencia de prensa celebrada en una torre de la iglesia de Santa Brígida de Gdansk, que está decidido a hacer triunfar la causa de su movimiento "por medios pacíficos, pero eficaces".
En contra de lo declarado el día de la concesión del Nobel, Walesa no quiso pronunciarse ayer sobre si irá a Oslo a recibir el premio. El miércoles, Walesa había dicho que no iría y que delegaría en su mujer, Danuta. Walesa dijo: "No he tomado la decisión, pero me sentiría mal al recoger el premio y beber champán mientras la gente con la que colaboraba padece la cárcel y otras penalidades".La sala de la torre de la iglesia de Santa Brígida de Gdansk estaba llena a rebosar de periodistas extranjeros, que acudieron a la conferencia de prensa convocada por Walesa. El pequeño recinto estaba decorado con un tapiz con el águila coronada del escudo tradicional polaco y había letreros con la palabra Nobel escrita con el mismo tipo de letra del sindicato prohibido Solidaridad. La conferencia de prensa duró menos de tres cuartos de hora, y el nuevo premio Nobel apareció acompañado de su padre espiritual, Henryk Jankovski, párroco de Santa Brígida, la iglesia situada en la zona del astillero Lenin, donde trabaja Walesa y donde nació Solidaridad, tras la huelga de agosto de 1980.
El nuevo premio Nobel sigue de baja por su dolencia gástrica. Ayer el médico del astillero le prolongó su baja por motivos de salud. Ante los periodistas Walesa estuvo poco concreto y respondió con evasivas y de forma a veces confusa a algunas de las preguntas planteadas. Walesa repitió su frase habitual de "no soy político", y añadió que "seguiré siendo lo que he sido siempre, sindicalista y obrero".
Nuevo programa
El líder sindical anunció que para el próximo 16 de diciembre dará a conocer su programa de actuación "con muchas cosas conocidas y otras que hay que replantearse bien". A raíz de las acciones de protesta del pasado 31 de agosto, Walesa había manifestado ya la necesidad de un nuevo programa para Solidaridad. Ayer Walesa declaró que lo publicará el 16 de diciembre, aniversario de la huelga y matanza del año 1970, y dijo en tono de broma que "no sé si lo anunciaré desde la cárcel o por la televisión polaca". Walesa criticó a las autoridades polacas cuando dijo que es una vergüenza que haya gente en las cárceles y procesadas (cinco dirigentes del disuelto sindicato parece que se encuentran en huelga de hambre en la cárcel de Barczewo) en un país socialista y de trabajadores. El líder sindical repitió su idea de que "estamos condenados a entendernos", con lo que insiste en la necesidad de un diálogo entre el Estado y la sociedad, uno de los temas centrales de su línea de actuación, que ya había expuesto, ante los trabajadores, en el encuentro del astillero Lenin con el viceprimer ministro, Mieczyslav Rakovski, el pasado mes de agosto.
El líder sindical repitió que hay que actuar "pacíficamente y con eficacia" al referirse al aniversario de la prohibición definitiva de Solidaridad, que se cumple mañana. También reiteró Walesa que entregará al episcopado polaco el importe del premio (29 millones de pesetas) para sumarlo al fondo de ayuda a la agricultura, que está en marcha desde hace meses por iniciativa de los obispos de la República Federal de Alemania y otras organizaciones internacionales. Actualmente se negocia con el Gobierno polaco la modalidad de este fondo de 5.000 millones de marcos (unos 290.000 millones de pesetas).
Un premio para todos
Walesa dijo que el Premio Nobel es "para todos los polacos", y destacó especialmente la felicitación "del Santo Padre". No quiso Walesa enumerar la lista de felicitaciones recibidas, por temor a olvidarse de algunos, y tampoco citó el texto del telegrama del Papa, que no llevaba consigo. Uno de sus asesores mencionó los telegramas del también premio Nobel Willy Brandt; del primer ministro italiano, Bettino Craxi, y de varias organizaciones sindicales.Sobre la posibilidad de retirarse de la actividad sindical, Walesa se manifestó de forma imprecisa y dijo que todo depende de la voluntad popular: "Me retiraré cuando haya personas más adecuadas para sucederme y cuando haya cumplido con los compromisos contraídos". Walesa dijo que él está relacionado con los obreros de verdad en el astillero y sabe lo que piensan.
Walesa no quiso definirse claramente sobre la actividad clandestina, y dijo que "todos tienen derecho a actuar de la forma que consideren más eficaz". Sobre la comisión coordinadora provisional (TKK), que actúa en la clandestinidad, dijo Walesa que a nadie se le impondrá el modo de actuar, y "todos hemos jurado por nuestra fe y otras muchas cosas que íbamos a cumplir nuestros compromisos".
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