El mejor medio

Saber que Karmen Larumbe llega a la danza contemporánea a través del folklore de su país me despertó el máximo interés. Partir del movimiento natural es un inteligente medio -tal vez el mejor- para llegar a la concreción de temas, ritmos, silencios, color, etcétera, que exige la danza contemporánea como manifestación creadora de nuestro tiempo. No lo consiguió. Se limitó a vivenciar -como coreógrafa- estados emotivos que le inspiraron la voz de Jacques Brel y las partituras de Francisco Semprún y Padre Soler. Resultado: coreografías idénticas, siendo temas y partituras diferentes. La misma forma de desarrollo: líneas estáticas que culminan en momentos estáticos, y éstos, a su vez, cortan siempre toda sincronización de danza.El ballet Chanson de Brel es coreografía de estructura teatral, primaria, donde la expresión temática le llega del exterior. En escena hay siempre objetos y personas y personas-objetos; sin duda los ha utilizado como agentes externos para provocar más expresión dinámica de la danza.

La danza de Karmen Larumbe tiene una naturalidad digna de elogio. No se ve la técnica. Como bailarines destacan, por su expresión de líneas, Juan de Torres y Thierry Parmentier; el resto, discretos.