Los independentistas corsos afirman haber tenido contactos con el Gobierno socialista galo

Anoche fue liberado el periodista de la agencia nacional de noticias gala, France Presse, Jean Virebaire, que permaneció varias horas en detención preventiva por haber asistido a una conferencia de prensa clandestina del movimiento separatista Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC). Los portavoces de este grupo independentista manifestaron haber mantenido contactos con el Gobierno socialista. Ayer tarde, France Presse interrumpió su trabajo durante 60 minutos como protesta por la detención de su corresponsal en Ajaccio, que fue, al parecer, el único testigo de las afirmaciones de los independentistas corsos.Los portavoces del FLNC declararon que desde el mes de octubre de 1982 el Gobierno socialista de París entró en contacto con alguno de sus miembros, entre los que figuraba Alain Orsoni, secuestrado el pasado mes de mayo y del que nunca se volvió a tener noticia alguna. Según el FLNC, parece ser que sus interlocutores les propusieron contactos oficiosos o intercambios de mensajes sobre la situación en Córcega.

Siguiendo este método, el FLNC asegura haber enviado una misiva al, presidente François Mitterrand, pero, en vez de una respuesta, el Gobierno desencadenó una estrategia de, infiltración y de manipulaciones, según afirman los separatistas. A pesar de ello reanudaron los contactos con París, a petición también del Gobierno a partir del pasado mes de abril. En mayo mantuvieron dos reuniones. Es de suponer que fue entonces cuando se pactó la tregua de atentados durante la visita de Mitterrand a Córcega en junio.

Refiriéndose al asesinato en septiembre del alto funcionario Pierre Jean Massimi, reivindiqado por el FLNC, los portavoces de este movimiento aseguran que no hay que contemplar esta acción como una escalada de la violencia, "sino como la respuesta merecida a quienes dirigieron el secuestro, la tortura y la ejecución de Orsoni".

El Gobierno francés no ha, desmentido aún las declaraciones del FLNC. Una fuente solvente declaró a este periódico que la evolución de la situación corsa, "parecida en cierta manera a la situación del País Vasco español", no cambia la política del Gobierno, consistente en descentralizar al máximo sin lesionar la unidad de la nación: "si, a pesar de ello, sin violencia, y democráticamente, con el tiempo se revela una amplia mayoría independentista, naturalmente habría que revisar nuestros planes".