Nicaragua perseguirá a los antisandinistas en Honduras y Costa Rica
El ministro nicaragüense de Defensa, comandante Humberto Ortega, ha advertido públicamente que el Ejército sandinista perseguirá, aun dentro de Honduras y Costa Rica, a los grupos armados que le atacan desde esos países fronterizos. Al mismo tiempo que declaraba esto en Managua, los cuatro cancilleres del grupo de Contadora (integrado por México, Colombia, Venezuela y Panamá) se reunían en la sede neoyorquina de la ONU para evaluar la escalada bélica en el istmo; y los jefes militares de El Salvador, Honduras, Panamá y Guatemala deliberaban en este último país, junto con el general estadounidense Paul Gorman, sobre la reactivación del Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), creado en 1963 para luchar contra el comunismo en Centroamérica.
El Gobierno de Costa Rica, que desistió de acudir al cónclave militar porque carece de ejército, anunció por su parte que pedirá al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) el envío de'una fuerza de paz que vígile su frontera con Nicaragua. Ya en el mes de mayo se planteó esta posibilidad, que por el momento quedó diferida ante las negocíacionós emprendidas por el grupo de Contadora. Desde entonces, las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua iniciaron una fase de deshielo con la creación de una comisión mixta formada por los viceministros de Seguridad, pero durante el mes de septiembre se ha alcanzado el punto máximo de tensión como consecuencia de los incidentes siguientes: Managua acusó a San José de que los aviones de Edén Pastora que bombardean su territorio proceden de ese país; Costa Rica detuvo una lancha artillada nicaragüense con 11 soldados a bordo por violación de sus aguas territoriales, y combatientes de Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) atacaron e incendieron el pasado miércoles el puesto aduanero de Peñas Blancas, que permaneció cerrado hasta hace dos días. Un nuevo incidente tuvo lugar ayer en las cercanías, cuando columnas contrarrevolucionarias derribaron con explosivos dos torres eléctricas que formaban parte de la interconexión de energía entre Honduras y Costa Rica.Fuentes nicaragüenses citadas por la agencia France Presse hicieron ayer pública una reciente advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) a México para que este país no siga exportando petróleo a Managua sin recibir a cambio, mensualmente, al menos, la mitad de su importe. El FMI habría advertido a México que si no ocurre así "se vería obligado a revisar" la tercera ronda de la renegociación de su deuda externa.
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Costa Rica puede sentirse obligada a aceptar ayuda militar de Venezuela y Panamá para defenderse de Nicaragua
Viene de la primera páginaDe un grado óptimo en las relaciones bilaterales, según palabras del ministro costarricense de Seguridad, se ha pasado a niveles de confrontación. De ahí que el presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge, no descarte que su Gobierno pueda aceptar las ofertas de ayuda en materia de defensa "que en repetidas ocasiones me han formulado los Gobiernos de Panamá y Venezuela", informa Jesús Ceberio.
La advertencia del comandante Ortega contribuirá probablemente, a acelerar estos planes, en un país desarmado que, si bien proclama el principio de neutralidad, no oculta su temor ante el rumbo marxista adoptado por la revolución nicaragüense, lo que ha llevado a amplios sectores de Costa Rica, incluso del partido gubernamental, a simpatizar y colaborar con la lucha armada de Edén Pastora.
El Gobierno nicaragüense había hecho distinciones hasta ahora en el grado de colaboración existente entre Honduras y Costa Rica con las organizaciones antisandinistas. En el primer caso acusó de connivencia formal por parte del Ejército, mientras que en el segundo aceptaba la explicación costarricense sobre la imposibilidad de controlar sin Ejército una frontera extensa e inhóspita.
Alianza contrarrevolucionaria
Las declaraciones del comandante Ortega, realizadas durante un recorrido por diferentes centros de reclutamiento, han metido por primera vez en el mismo saco a los dos Gobiernos vecinos. Afirmó que ambos "han borrado las fronteras, porque dejaron que los contrarrevolucionarios utilizaran su territorio para agredimos". Añadió que, en consecuencia, las zonas limítrofes se han convertido en tierra de nadie y que los soldados sandinistas han recibido la orden de contestar al fuego que proceda de esos lugares y perseguir a las bandas armadas que los ataquen. "Esto no significa", precisé, "que vayamos a perseguir a los contrarrevolucionarios hasta San José, Tegucigalpa o Miami, pero sí lo haremos en los territorios cercanos á nuestras fronteras, a lo largo de una franja de 500 metros".
Humberto Ortega se refirió también a la reunión que en ese momento sostenían los comandantes militares centroamericanos con el jefe del comando sur estadounidense, diciendo que . pretenden dar forma concreta al llamado triángulo del norte, formado por los Ejércitos de Guatemala, El Salvador y Honduras, con el propósito de aplastar el movimiento revolucionario salvadoreño y también el nicaragüense".
Una información de The New York Times, que citaba a "responsables norteamericanaos en América Central", venía a confirmar estas suposiciones. El rotativo neoyorquino informaba en su edición de ayer que la CIA utiliza una base del Ejército del Aire salvadoreño en llopango, cerca de San Salvador, para proveeer de medicamentos y otros materiales a los contras.
La conferencia de comandantes militares se desarrolló por espacio de. cinco horas en la finca presidencia¡ Santo Tomás, a unos 45 kilómetros de la capital guatemalteca, sin que se permitiera el acceso de periodistas. Ningún comunicado trascendió al término de la reunión.
Para nadie es un secreto que, con estos contactos, la Administración Reagan trata de resucitar el CONDECA, un tratado defensivo regional que se creó en 1963 bajo el liderazgo de Anastasio Somoza, en teoría para rechazar una agresión externa, aunque el objetivo real fuera aplastar la amenaza de los movimientos insurgentes. La guerra de 1969. entre dos de sus miembros, El Sal vador y Honduras, supuso la muerte del CONDECA, que en su nueva fase se perfila como una alianza frente a Nicaragua.
Ha sorprendido la presencia en Guatemala del jefe de la Guardia Nacional panameña, general Manuel Antonio Noriega, ya que ese país, miembro del grupo de Contadora, ni siquiera se considera centroamericano y nunca entró en las instituciones regionales del istmo. Desde la muerte de Omar Torrijos es cada vez más evidente que Panamá se inclina progresivamente del lado norteamericano en los conflictos regionales.
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