La izquierda catalana renueva los candidatos de 1980

Los dos primeros cabezas de lista que presenta la izquierda catalana a las próximas elecciones al Parlamento autánoma catalán no son unos recién llegados a la política. Josep María (Raimon) Obiols, de 43 años, milita en el socialismo desde 1957. Antoni Gutiérrez Díaz (El Guti), de 53 años, ingreso en el Partit Socialista Unificat (comunista) en 1959. Y, sin embargo, ambos suponen un recambio en relación a los candidatos que sus partidos presentarón en las elecciones autonómicas de 1980.Raimon Obiols, geólogo de profesión, sustituye a Joan Reventós, el líder histórico del socialismo catalán y actual embajador de España en París -apartado ahora voluntariamente de la primera línea de la política-, tanto como aspirante a la Presidencia de la Generalitat como al frente de la primera secretaría del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSCPSOE). Antoni Gutiérrez, médico pediatra, no es ningún novato en la secretaría general del PSUC, cargo que ocupa desde 1978, con el paréntesis abierto entre el V Congreso (abandono del. eurocomunismo) y el VI, cuando Ya se había consumado la escisión prosoviética. Pero en 1980 los comunistas catalanes abogaban por la política de unidad y de acuerdo con esta estrategia presentaron a un independiente para la Presidencia de la Generalitat: Josep Benet. Ahora, enterrada aquella política y sustituida por la de alternativa de izquierdas, lo lógico es presentar al líder del partido.

Las aspiraciones de ambos no son equiparables. Obiols anhela sustituir a Jordi Pujol. Los éxitos electorales del socialismo el 28 de octubre y el 8 de mayo avalan este objetivo. Antoni Gutiérrez es consciente de que, hoy por hoy, la Presidencia de la Generalitat le queda muy lejos, y que el objetivo prioritario es recuperar las decenas de miles de votos que se llevó el cambio. Por esa razón, la campaña electoral del PSUC no será presidencialista, sino que se planteará como garantía de que un hipotético Gobierno socialista en la Generalitat no sufrirá desviaciones derechistas ni quedará supeditado a los intereses del Gobierno central, también socialista. Pero para ello será preciso que los socialistas no alcancen la mayoría absoluta y que los comunistas se recuperen del descalabro sufrido el 28 de octubre. El PSUC se daría por satisfecho con obtener 10 diputados, frente a los 25 que alcanzó en 1980. Gutiérrez Díaz confía firmemente en esta recuperación, ya apuntada en las elecciones municipales, pero no todos los dirigentes de su partido son tan optimistas.

A pesar de que Obiols es, desde hace muchos años, el líder de la mayoría en e1seno del PSC, no era, ni mucho menos, el candidato indiscutible a la Presidencia de la Generalitat. Los barones de su partido hace años que habían planificado el relevo de Joan Reventós, a quien se consideraba quemado y con pocas posibilidades de desplazar a Pujol, por Narcís Serra. La formación del primer Gobierno socialista, con la inclusión de Serra como ministro de Defensa, echó por tierra todos estos planes. En el debe de Obiols hay que anotar que apenas es conocido por el gran público. Sin embargo, algo parecido le pasaba a Pasqual Maragall y ello no fue obstáculo para que alcanzara con holgura la alcaldía de Barcelona.