Incendio en un cohete soviético que iba a poner en órbita una nave tripulada

Un cohete soviético del tipo A-2, portador de una nave Soiuz que debía poner en órbita con tres cosmonautas a bordo, se incendió en la rampa de lanzamiento el martes pasado sin provocar víctimas, según informó el pasado sábado el diario The Washington Post. No se conoce el estado de los cosmonautas y por el momento las autoridades soviéticas guardan silencio sobre el accidente. Este accidente podría tener graves consecuencias para el programa espacial soviético, según fuentes de los servicios secretos norteamericanos consultados por dicho diario.

El incendio de 270 toneladas de queroseno y oxígeno líquido del cohete A-2 se produjo en la rampa de lanzamiento de Tyuratam. La nave Soiuz que debía ser propulsada al espacio por el cohete, gracias a un mecanismo de seguridad, salió disparada y descendió a tierra con la ayuda de paracaídas. Los tres cosmonautas -entre ellos se cree que había una mujer- se salvaron, pero no se sabe si resultaron heridos. Los cosmonautas debían reemplazar a sus colegas Lyajov y Alexandrov, que hoy cumplirán 97 días en órbita a bordo de la estación espacial Salyut-7.

El equipo que estaba a bordo de la nave, había otro que también se entrenaba para el vuelo, cuando se produjo el accidente lo integraban -según se cree- Yuri Romanenko, Víctor Savinyi y una mujer, identificada sólo como Irina.

Ahora la URSS debe decidir qué hacer con sus dos cosmonautas que se encuentran en la Salyut-7. Los soviéticos han reconocido públicamente que no confían en el funcionamiento de una nave Soyuz que haya permanecido más de 115 días en el espacio. Quedan pocas alternativas para el retorno de Liajov y Alexandrov a tierra, señalan los expertos citados por el diario. Podrían lanzar una Soiuz no tripulada para que se acoplase a la Salyut-7 y en la que regresasen a tierra los dos cosmonautas o éstos podrían regresar con su nave.