Dividendos y tarifas eléctricas protagonizaron la semana
La evolución de las bolsas durante esta semana ha estado centrada en las expectativas del sector eléctrico. El aumento de las tarifas de la energía eléctrica y la moderación en la política de dividendos recomendada por las autoridades, siguen pendientes de resolución y, mientras tanto, los precios de los valores eléctricos han recibido un serio castigo que ha llevado a varios de ellos a sus cotizaciones mínimas del año.El que algunos de los valores más destacados de este sector hayan alcanzado precios por debajo del 45% casi se podría considerar como la aceptación por parte de la inversión de una rebaja en la cuantía de los dividendos.
Parece como si se hubiesen puesto de acuerdo para acomodar los precios a los nuevos porcentajes. Pero en la última reunión de la semana, alguien debió pensar que se estaban adelantando acontecimientos, y tal vez se estaban llevando las cosas demasiado lejos. El caso es que se produjo una tímida reacción que consiguió frenar en parte la caída de las cotizaciones.
Los otros sectores importantes del mercado también tuvieron su parte de protagonismo, y así, Telefónica, ante el anuncio de su ampliación de capital, que comenzará el próximo día 15 de octubre, en la proporción de una acción nueva por cada cinco antiguas, al 70%, comenzó a anotarse algunas mejoras a las que, dada la debilidad del mercado, se les achacó la función de evitar que las bajas de los índices generales resultasen muy abultadas.
Pero no necesitaban los mercados de valores la ayuda de Telefónica para lograr mantener, la sensación de estabilidad, ya que dentro del sector bancario se comenzó a gestar una recuperación que tuvo como primer protagonista a Banesto y que después fue secundada por casi todos los valores del grupo.
El aparente éxito de la operación no pudo impedir que circularan algunos rumores, nada nuevos, sobre la realización de operaciones al margen de la caja, y cuya finalidad no sería otra que la de tratar de presentar unos saldos menos abultados al público. La firme intención de estas entidades por hacer desaparecer los saldos negativos les llevó en la última jornada a barrer la casi totalidad de los títulos que se quedaron sin contrapartida compradora.
Junto a estas situaciones se han venido efectuando los tradicionales picoteos de la inversión a corto en algunos valores de segunda fila, con el fin de lograr generar algunas plusvalías que permitiesen pasar mejor el mal trago de las eléctricas.
El resultado más visible ha sido una bolsa que ha conseguido, al menos en sus indicadores generales, mantener, e incluso superar los niveles en que había quedado situada la semana anterior, sin que exista ninguna causa real para ello.
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