Vuelve a España The Police, tres rubios teñidos que constituyen la banda británica más popular del momento
El grupo Police llegó ayer a Madrid para su tercera visita española. La banda británica de mayor éxito en este momento actuará mañana por la noche en el estadio Román Valero, de Madrid, y pasado mañana en el estadio municipal de San Andrés, en Barcelona. En plan mala noticia, hay que añadir que la banda de gaviotas británica que traían como teloneros -A Flock of Seagulls- se descolgó del cartel a causa de la enfermedad de uno de los guitarras.
La historia de Police comienza en junio de 1977, en Londres, donde se conocen el bajo y cantante Sting y el batería Stewart Copeland. Unos meses más tarde el experimentado y experimental guitarra Andy Summers entra en el conjunto.En ocho años han dado varias veces la vuelta al mundo tocando en todas partes, para públicos grandes y pequeños. El pasado mes de julio hicieron su última gira americana. Hoy, los chicos de Police son los tres rubios teñidos más jet-set del pop; tienen cinco elepés en el mercado que van desde su personalísimo reggae blanco del OutIandos's d'amour, pasando por el extraño espíritu experimental de Ghost in the machine, hasta los ritmos tribales y obsesivos de su último trabajo, Shynchronicity.
Entrevista con Stewart Copeland
Pregunta. ¿Desde cuándo con Police en la carretera?Respuesta. Empezamos en julio, y desde entonces hemos estado de gira por EE UU y Canadá. Prácticamente, acabamos, de llegar a Europa...
P. ¿Qué ha cambiado desde aquellas primeras giras sin dinero y sin ser, en absoluto, cabecera de cartel?
R. Supongo que algo ha cambiado, claro. Entonces luchábamos por salir adelante como grupo. Y luchábamos muy duro. Ahora seguimos luchando duro. Pero creo que es positivo para la mente y para el cuerpo seguir haciendo giras.
P. Ustedes empezaron dentro del punk. Ahora, en perspectiva, ¿cómo ven aquella historia?
R. En la distancia, sigo viéndolo como un movimiento muy importante. Al menos lo fue en sus comienzos, en 1977, aunque ha llovido mucho desde entonces. De aquello hace casi siete años...
El caso es que el punk cambió el rumbo de la música. Después llegaron distintas nuevas olas, como los nuevos románticos, etcétera. Es decir, en su momento fue muy importante. En cuanto al presente, es difícil precisarlo. En el Reino Unido todavía se pueden ver punks. ¿En España quedan todavía punks?
P. Quedan, y algunos de ellos se hacen llamar after-punks.
R. El punk o el after-punk es simplemente una actitud de extrañamiento total, vivir fuera de la sociedad y asegurarse de que todo el mundo lo sepa, tiñéndose el pelo de rosa, haciendo ondear ciertos a estandartes y cosas así... Son actitudes que están ahí, y creo que tienen cuerda para rato.
P. Después del punk, ¿ha habido alguna dirección importante dentro de la música?
R. No, no lo creo. Hace mucho que no pasa nada. Porque, por ejemplo, los nuevos románticos y demás no hacían más que arrastrar todos los problemas y vicios de los grandes dinosaurios del rock. Lo único que les preocupaba eran las listas de éxitos y toda esa parafernalia, y en esto incluyo también a los últimos grupos. Su máxima preocupación son las listas. En el Reino Unido, en concreto, de pronto es muy moderno colocar un single de éxito en la BBC y jugar al juego industrial.
P. ¿Cómo ve, en este momento, las relaciones entre la industria y el rock?
R. Como siempre. Todo depende de las ventas. Si se vende mucho, todo es perfecto. Pero si la gente de la calle no compra, y eso pasa de vez en cuando y por muchas razones -desde que la industria se lo plantee mal hasta que la gente no pueda comprar porque esté en paro-, entonces empiezan los problemas...
La situación ahora es de cierta recesión. Muy poca gente vende, y las compañías vuelven a apuntarse claramente a los grandes vendedores.
P. ¿Qué música les está influenciando más, la del Tercer Mundo o el jazz?
R. Desde luego, esas dos. Y varias más... Todo tipo de cosas. Desde Sergio Mendes hasta cualquier cosa que se te ocurra. Absolutamente de todo.
P. ¿La música de Police tiene algún mensaje particular o es sólo un sonido reconocible?
R. Creo que los textos de Sting dicen cosas relevantes y útiles para la sociedad en general. La música es un medio, una ayuda para comunicarlos. Se ha escrito ya mucho sobre la importancia de los mensajes en la música, así que no seguiré por ahí; pero sí creo que Sting, sobre todo, tiene cosas que decir.
P. Da la impresión de que Sting es el personaje que acapara la atención constantemente. ¿No llega a ser algo molesto ir siempre de segundón?
R. No, en absoluto; nos parece justo. Nunca ha sido un problema...
P. Hace unos tres años, Sting declaró que no creía que en dos años más Police tuviera algo nuevo que decir y que entonces se retiraría. ¿Qué opinión le merece esta antigua declaración?
R. Pues no sé... Lo que sí te puedo decir es que en este momento no sé siquiera dónde estaremos dentro de un año. Pero si nos lo seguimos pasando igual de bien y se nos siguen ocurriendo cosas, pues estupendo. La gente nos pregunta si todo este éxito nos ha pillado desprevenidos o si con el tiempo uno se cansa de esta historia. Y la respuesta es que lo esperábamos. Estábamos seguros de nosotros mismos y seguimos estándolo. Creo que todavía funcionamos.
Babelia
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