El Gobierno francés ilegaliza la rama política de los independentistas corsos

El Gobierno francés ilegalizó ayer a los Concejos de Comités Nacionalistas (CCN), grupo nacionalista corso que se considera como el brazo político del Frente Nacional de Liberación de Córcega (FNLC). Con ello, los dirigentes socialistas parecen haber abandonado la esperanza de consolidar en Córcega una paz civil por medio de la negociación.

Los CCN eran la expresión política legal de los independentistas clandestinos, del FLNC, movimiento que ya fue disuelto por el Gobierno del presidente François Mitterrand en enero del año en curso. La decisión de ayer es el punto y aparte de un capítulo del problema corso que comenzó con la llegada de Mitterrand al poder. Desde mayo de 1981, el ministro del Interior, Gaston Defferre, tendió la mano a los separatistas, invitándoles indirectamente al diálogo.

Paralelamente propuso la descentralización que conlleva el Estatuto Particular para Córcega. Teóricamente, a través de la nueva estrategia, la isla debía recuperar el camino de una paz fortalecida por el desarrollo de su propia identidad en el marco de la nación francesa.

En menos de dos años y medio, ese esquema inicial se ha hecho trizas. Los atentados se han multiplicado (cerca de 500 en lo que va de año), el estatuto no funciona, la isla vive en la inseguridad y los separatistas han pasado de la violencia incruenta a los asesinatos. La muerte, días pasados, del alto funcionario del Estado, Pierre Jean Massimi, reivindicada por el FLNC ha sido el incidente decisivo.

Desde hace varios meses, los CCN, refugiados en su legalidad, provocaban diariamente al Estado aireando la estrategia militar del FLNC. De Massini llegaron a afirmar que era el agente del Estado encargado de contactar los matones que debían limpiar la isla de independentistas.