La confusión política domina las elecciones de hoy en los Estados de Bremen y Hesse
Estos comicios pueden suponer el fin de la 'Primavera verde' en la RFA
En plena discusión sobre el desarme, con fuertes enfrentamientos entre democristianos (CDU) y socialdemócratas (SPD), y con una grave crisis que afecta a los astilleros de Bremen, uno de los cuales está ocupado por los trabajadores desde hace casi una semana, se producen hoy las elecciones en los Estados de Bremen y Hesse.En Hesse las últimas elecciones tuvieron lugar hace un año, pero la composición del Parlamento regional (Landtag) hizo que fuese imposible gobernar. El matrimonio entre verdes y socialdemócratas (SPD), la coalición verdirroja, resultó imposible y el presidente de Gobierno, Holger Boemer (SPD) optó por volver a convocar al electorado. El resultado en Hesse es sumamente incierto, porque es difícil predecir si los liberales (FPD) y verdes rebasarán la barrera del 5% que da derecho a ocupar escaños en el Landtag de Wiesbaden.
Hace un año, el FDP cayó hasta el 3,1%, bajo el efecto de su traición en Bonn a los socialdemócratas (SPD) y el consiguiente cambio de pareja. Ahora los democristianos (CDU), que hace un año sacaron un 45,6%, hacen propaganda descaradamente a favor de los liberales (FDP) para llevarles por encima del 5% fatídico. Con el FDP, la CDU tendría una mayoría suficiente, y los socialdemócratas (SPD) quedarían fuera del Gobierno de su feudo tradicional en Hesse. La jugada de la CDU es arriesgada porque puede prestar votos al FDP y los liberales no llegar al 5%, con lo que serían votos perdidos.
Cálculo arriesgado
El SPD y su candidato Boemer también hacen un cálculo muy arriesgado. Los socialdemócratas especulan con la posibilidad de que ni verdes ni liberales entren en el futuro Parlamento y esperan que, con sólo dos partidos, puedan superar a la CDU. Hace un año, el SPD sacó un 42,8% y pudo gobernar con un Gobierno minoritario, tolerado por los verdes.Este grupo de ecologistas y pacifistas ha sufrido un desgaste enorme en el año de trabajo parlamentario. Los verdes han perdido fuerza y prestigio en discusiones y querellas internas y se hicieron más notables por sus acciones espectaculares que por el trabajo parlamentario y la "larga marcha a través de las instituciones". El 8% de hace un año puede quedar reducido hoy a un porcentaje escasamente por encima o por debajo del 5% fatídico, lo que supondría el principio del fin de la primavera verde en la RFA. La campaña electoral transcurrió en Hesse aburrida, sin grandes temas de discusión y con la idea, manejada por el SPD, de mantener un equilibrio en una RFA casi completamente dominada por los democristianos en todos los niveles de la vida política. Boerner y el SPD confían en que el miedo a una "república completamente negra" les dé los votos necesarios para no perder también este pedazo de poder.
En la ciudad-estado de Bremen, la campaña electoral estuvo dominada por el tema de la crisis de los astilleros. Los obreros ocupan desde hace una semana los astilleros Ag Weser, que están condenados al cierre. En Bremen, el votante siempre fue muy constante y los socialdemócratas gobernaron casi siempre con mayoría absoluta. Hace cuatro años, el SPD tuvo un 49,4%, pero este resultado no se repetirá, cuando muchos obreros de la ciudad hanseática califican a su alcalde-gobernador, Hans Koschnik (SPD), de traidor.
Desmoralizado
El líder local del SPD está totalmente desmoralizado. Koschnik procede de los barrios del astillero a punto de cierre y fue a la escuela con obreros que hoy día le insultan. Koschnik ya dijo varias veces "si no me queréis, me voy", y da la sensación de un político hastiado y al final de su carrera.Hace cuatro años, en Bremen entraron por primera vez en un Parlamento regional los verdes. Aquello fue una fiesta y el líder estudiantil del 68 Rudi Dutschke anunció su traslado de Dinamarca a Bremen para empezar a trabajar con los verdes de la ciudad-estado. Dutschke murió aquella misma Navidad y nunca llegó a Bremen. Los verdes se dividieron en mil disputas internas. En las elecciones de hoy compiten nada menos que tres grupos verdes. Lista Verde de Bremen (BVL), que fueron los que hace cuatro años llegaron al 5,1 %, Los Verdes, que representan al partido de ámbito federal con representación en el Bundestag de Bonn, y finalmente una Lista Alternativa Empresarial (BAL), apoyada por los comunistas ortodoxos, que se centra en el problema concreto de los astilleros y esperan capitalizarlo en votos. Ante este panorama de grupos verdes y alternativos, es posible que ninguno de los tres consiga superar el 5% y todos los votos verdes se pierdan.
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