Los socialistas españoles y el Ejército
Una semana después de la destitución del teniente general Soteras Casamayor, es evidente que ni la reacción rápida e implacable del Gobierno socialista español ni la serenidad aparente con que ha sido acogida por las Fuerzas Armadas pueden ocultar la crisis que las declaraciones del oficial dimitido no han hecho más que revelar. El cabreo de los militares no es un secreto para nadie desde el comienzo de la guerra de las banderas. (...)El Gobierno no puede negar la existencia de un descontento al más alto nivel de la jerarquía militar que, el 1 de septiembre, el teniente general Rafael Allendesalazar, que se despedía como capitán general de la I Región Militar (Madrid), había advertido a los socialistas pidiéndoles que pusiesen fin a los ultrajes a la bandera española en el País Vasco. (...) La LOAPA, redactada a toda prisa, después del golpe del 23 de febrero, por los centristas y los socialistas, tenía por finalidad no confesada quitar poderes a las comunidades autónomas para tranquilizar a los militares ante el peligro de una división de España. (...)
Las Fuerzas Armadas, a quienes la Constitución confía defender la integridad territorial de España, no pueden ver sin inquietud la desaparición de esa ley, que deja la puerta abierta a todas las soluciones posibles para la construcción del Estado de las autonomías previsto por el artículo VIII de la Constitución. (...) Es el clima creado por la guerra de las banderas y el vacío provocado por el rechazo de la LOAPA -las dos caras, una simbólica, la otra real- los que han dado origen a los rumores sobre el ruido de sables. Sin embargo, hay que pensar que el peligro de una acción violenta inspirada en el golpe del 23 de febrero es prácticamente inexistente en este momento, pues los sectores golpistas civiles y militares saben muy bien que la situación no es propicia para una operación de ese tipo. Por el contrario, se puede prever una presión creciente de las Fuerzas Armadas sobre el poder ejecutivo, pese a la impresionante mayoría parlamentaria de que dispone. (...) La visión de un Ejército investido de una misión especial que le situaría por encima de la Constitución, formulada por jefes del Ejército, demuestra que esta institución no está totalmente integrada en el sistema democrático.
23 de septiembre
