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Vuelco socialista sobre la renovación de cuatro magistrados del Tribunal Constitucional

El Grupo Parlamentario Socialista ha propuesto al Congreso de los Diputados la ratificación en sus cargos de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional a los que correspondía renovar o confirmar, de acuerdo con la ley orgánica del propio tribunal. Con esta actitud, el PSOE ha dado un vuelco respecto a la posición mantenida hasta ahora, consistente en cambiar a dos de los cuatro magistrados, concretamente a Francisco Rubio Llorente y Antonio Truyol.La reelección afectará a estos dos magistrados y a los otros dos que los socialistas desearon siempre mantener en el cargo, esto es, Manuel Díez de Velasco y Francisco Tomás y Valiente. Para que los cuatro candidatos resulten elegidos se requiere una mayoría de los tres quintos de la Cámara, es decir, 208 votos. El Grupo Popular era partidario de la ratificación o de la renovación de los cuatro magistrados.

El PSOE trató insistentemente, durante largos meses de negociaciones, de lograr la conformidad del grupo de Fraga para renovar sólo dos de los miembros del alto tribunal. Uno de los sustitutos probables sería el penalista Enrique Gimbernat y el otro, tras barajarse varios candidatos, hubiera sido, de prosperar el pacto con el Grupo Popular, el expresidente centrista Landelino Lavilla.

La insistencia socialista en tratar de distinta manera a dos de los cuatro magistrados que correspondía ratificar o reelegir originó serias críticas contra el PSOE, al que se acusaba de tratar de traducir su mayoría parlamentaria a la composición del Tribunal Constitucional, lo que podría hacer peligrar la imagen de imparcialidad de esta institución.

Se espera una votación alta

Finalmente, tras las dificultades surgidas con Fraga y ante el peligro de que la elección dividiera excesivamente a la Cámara, el PSOE ha optado por mantener a los cuatro magistrados resultantes del consenso producido en su día en el Congreso entre UCD y PSOE. Ahora, aunque los nombres no han sido pactados con el resto de los grupos, los socialistas no tienen duda de que la Cámara aceptará por una elevada mayoría su propuesta.El portavoz socialista declaró ayer a Efe que su grupo había abandonado la postura inicial "para no dificultar el funcionamiento del Tribunal Constitucional". En opinión de Sáenz Cosculluela, no tenía sentido mantener a ultranza la inicial posición socialista si esto comportaba perjudicar la buena marcha de una institución tan importante para la democracia española. Aseguró que el cambio de actitud no guarda relación alguna con la reciente sentencia sobre la LOAPA ni con ningún otro asunto concreto.

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