Monopuyazo y teatro
Plaza de Albacete. 12 de septiembre. Quinta de feria. Casi lleno.Cinco toros de Fermín Bohórquez y uno, en quinto lugar, de Salvador Guardiola. Bien presentados, de escasa fuerza y casta, cómodos de pitones.
José Mari Manzanares (ovación y pitos). Niño de la Capea (palmas y bronca). Tomás Campuzano (dos orejas y ovación).
Aquellos toreros que se visten de luces muchas tardes en virtud de las exclusivas de sus apoderados (que suelen ser empresarios, y dominan con un poder absoluto la fiesta), e independientemente de sus méritos en la plaza, sólo lidian divisas cómodas y de garantía. Los toros les salen con pocas fuerzas, se les da el famoso monopuyazo, y a pesar de todo llegan sin gas al último tercio. Entonces, estas figuras de pacotilla se cabrean, miran al tendido -"miren ustés como se cae, así no me puedo lucir"- y una vez justificados entran a matar. O sea, puro teatro y cuento. Que toreen astados más difíciles y fuertes y no sucederán semejantes cosas.Eso pasó en la quinta del abono albacetense: Manzanares, frente a su primero, citó en oblícuo y con el pico, estuvo codillero y largó su clásico unipase con ambas manos. En el cuarto, lo mismo, con el agravante de su gran sentido de la distancia y la colocación: entre trapazo y trapazo recorría mil metros. Y eso que es la temporada de su resurrección. Muerto y bien muerto, taurinamente, es lo que está el otrora fino.
EMILIO MARTÍNEZ, Albacete
G.-D.,
El Niño de la Capea empezó con ganas ante su primer enemigo para acabar comiéndose tres roscas, destemplado y eléctrico. El bragado y bizco quinto se le revolvía con algo de peligro y el salmantino no quiso ni verlo, matándolo indecorosamente en el rincón de Ordóñez.Tomás Campuzano, uno de los pocos diestros que ha llegado arriba por sus propios méritos y que puede con todo lo que le echen, borró a sus compañeros. Lanceó embraguetado y con la pata p'lante e hizo un quite por navarras en el tercero. Con la franela anduvo fácil y a gorrazos, en una faena iniciada con estatuarios y pases de pecho de pitón a rabo, llena de dominio y arte. Después enterró el acero en el hoyo de las agujas. El último era peligroso y buscaba el bulto, Campuzano se la jugó intentando sacar partido y lo mató dignamente.
Por aquello de las exclusivas que empezábamos contando, todavía tendremos que aguantar en Albacete una tarde al Capea, mientras que Campuzano ya no tiene más corridas. Que Dios nos coja confesados.
Feria de Logroño
Seis corridas de toros componen la feria de San Mateo, de Logroño, que empieza el próximo día 20. Los carteles son éstos: Día 20, Antoñete, Luis Francisco Esplá y Paco Ojeda (toros de Juan Pedro Domecq). Día 21, Paquirri, Niño de la Capea y Emilio Muñoz (Joaquín Buendía). Día 22, José Mar¡ Manzanares, Paco Ojeda y Yiyo (Salvador Domecq). Día 23, Ruiz Miguel, José Antonio Campuzano y Espartaco (Victorino Martín). Día 24, Manolo Vázquez, Luis Francisco Esplá y Tomás Campuzano (Felipe Bartolomé). Día 25, José Antonio Campuzano, Tomás Campuzano y Pepe Luis Vargas (lsaías y Tulio Vázquez).
Babelia
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