Fraga ofreció a Garaikoetxea el apoyo de su grupo para paliar las inundaciones y la reconstrucción del País Vasco

En el primer encuentro formal que ha tenido lugar entre el líder de la oposición y el presidente del Gobiérno vasco, Manuel Fraga ofreció ayer en Zarauz a Carlos Garaikoetxea el apoyo de su grupo a las medidas dirigidas a paliar los efectos de las pasadas inundaciones y a reconstruir el País Vasco. Fraga se mostró de acuerdo con la decisión del Gobierno central de delegar en el Ejecutivo vasco la dirección de los trabajos de protección civil y con las medidas económicas adoptadas hasta la fecha.Durante su visita a las zonas afectadas por las inundaciones, el líder del principal grupo de la oposición se reiteró en la necesidad de la puesta en funcionamiento de la central nuclear de Lemóníz, tras haber mantenido por la mañana en Bilbao una reunión con los representantes de las principales asociaciones empresariales vascas. "Es un buen momento para la reconstrucción del País Vasco, el relanzamiento de las empresas y el entendimiento y valoración de la Administración central y autónoma".

Fraga se negó a contestar preguntas sobre cuestiones políticas, "para evitar dividir a este pueblo en su tarea de reconstrucción" visitó, con los pantalones remangados y calzando zapatos de goma gruesa, el casco viejo de Bilbao, la empresa Altos Hornos de Vizcaya y zonas afectadas por las inundaciones, a lo largo de la mañana. Por la tarde mantuvo en San Sebastián una entrevista con la dirección regional de AP y a continuación asistió a una misa y dio un corto paseo por las calles céntricas de la ciudad, deteniéndose en una cafetería.

El líde de AP se presentó en la villa San Antonio de Zarauz, res¡dencia de verano del lendakari, con cinco minutos de antelación, acompañado del secretario general de AP en el País Vasco, Florencio Aróstegui y de otros cargos de su partido. La comitiva pasó por delante de una docena de pintadas, escritas en gruesos caracteres, en las que se recordaba a Manuel Fraga los sucesos de Vitoria y Montejurra.

A la puerta de la residencia del lendakari, Garaikoetxea tras saludarle, le preguntó si prefería una silla dura o una blanda. "Blanda, mirando al mar", contestó Fraga," y a continuación ambos dirigentes cambiaron impresiones sobre la visita que, por separado, realizaron por la mañana a distintas zonas afectadas por las inundaciones. Los dos coincidieron en resaltar el espíritu de trabajo demostrado por la población vasca, que ha conseguido cambiar tan sólo en dos semanas la fisonomía de sus pueblos y ciudades, comentó Fraga, mirándose los zapatos.

A continuación los líderes iniciaron una entrevista que se prolongó por espacio de 55 minutos, cuyo contenido no ha transcendido.