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Madrid, capital de la distensión

La Unión Soviética aún cree posible un acuerdo sobre los euromisiles

El ministro soviético de Asuntos. Exteriores, Andrei Gromiko, se refirió ampliamente ayer, en su discurso ante la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), a la posible instalación de misiles norteamericanos en Europa, lo que calificó de un "intento de alterar el equilibrio militar, una amenaza para la seguridad y un riesgo de catástrofe nuclear".Gromiko, que antepuso en su discurso los euromisiles al tema del avión surcoreano derribado por cazas soviéticos, dijo que el Pacto de Varsovia no pretende obtener una superioridad militar en Europa, pero tampoco consentirá que se rompa el equilibrio militar y estratégico en el Viejo Continente.

Para el ministro soviético, "aún es posible" un acuerdo entre Washington y Moscú en Europa, y reiteré que la URSS no sólo se ha comprometido a no ser la primera potencia que utilice armas atómicas, sino que ha hecho propuestas concretas de desarme. Gromiko rechazó las hipótesis de una "guerra nuclear limitada" y se refirió a un conflicto atómico como "el mayor delito contra la humanidad".

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En la misma línea se desarrollaron las intervenciones de los países socialistas europeos. El ministro polaco de Asuntos Exteriores, Stefan Olzowski, dijo que el despliegue de euromisiles norteamericanos traería la "apropiada respuesta" del Pacto de Varsovia, y se refirió también al peligro de guerra nuclear que comportaría tal decisión por parte de la OTAN.

Hans Dietrich Genscher, ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, fue el orador occidental que más ampliamente se refirió ayer al tema de los euromisiles. Prácticamente, sus argumentos fueron los mismos de Gromiko, pero al revés: "La OTAN no pretende obtener la superioridad militar en Europa ni nunca aspirará a ello, como se demostró en los años posteriores a la segunda guerra mundial, cuando Estados Unidos era la única potencia nuclear y no empleó este arma como una medida de coerción política".

"La clave de la distensión y el desarme la tiene la URSS", dijo el ministro alemán, que calificó de "flexible" la forma en que el bloque occidental acude a las negociaciones de Ginebra sobre desarme. Genscher insistió en que la URSS debe volver a sus posiciones de 1980 y abandonar su petición de que los misiles británicos y franceses sean incluidos en las negociaciones.

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