Varios bidones de cianuro vertidos en el centro de Barcelona al caer de un camión

Varios recipientes cargados de cianuro sódico en polvo -producto altamente tóxico- se derramaron a las 11 de la mañana de ayer en la esquina de la calle del Radio con la Gran Vía, junto a la plaza de Cerdá, al caer de un camión que transportaba 40 bidones de 50 kilogramos cada uno. Los transportistas desconocían el producto que llevaban, por lo que se tardó más de dos horas en avisar a los bomberos para que tomaran las precauciones necesarias.El camionero, su ayudante y un vecino recogieron con las manos el cianuro en polvo y parte de él lo depositaron en un camión de basuras que en aquel momento pasaba por allí. El cianuro sódico, al contacto con la humedad de la basura, empezó a desprender ácido cianhídrico, gas letal que se ha utilizado en las cámaras de gas.

Cuando llegaron los bomberos, se trasladó inmediatamente a las tres personas que habían tocado el cianuro sódico, Rafael Díez, Manuel Santos y Víctor Serna, al hospital Clínico para que se les administrara un antídoto y ser sometidos a medidas de esterilización. A últimas horas de ayer, permanecían internados en observación en el hospital, aunque no era probable que sufrieran secuelas del incidente. El cianuro sódico es mortal si se ingieren tres miligramos por kilogramo de peso de la persona. Su contacto con los ojos produce la ceguera absoluta e irreversible.

Peligro de muerte

Los bomberos, con mascarillas y trajes especiales, enterraron el polvo de cianuro en arena seca para evitar la formación del ácido cianhídrico. Según declaraciones del jefe de bomberos desplazado al lugar, "si hoy llega a llover, muchos ciudadanos podían haber muerto por las emanaciones del gas letal". Posteriormente, se recogió la arena mezclada con el veneno en bolsas de plástico y se trasladó en un camión escoltado por la Guardia Civil hasta Canovelles, donde una empresa se encargó de neutralizar el producto con sosa.El camión transportaba el cianuro desde la empresa ICI España, situada en la Gran Vía Sur de I'Hospitalet, hasta Hispano-Química, en la Zona Franca. Los bidones fueron apilados en la parte trasera del camión sin ningún tipo de protección lateral, y fueron sólo atados con una cuerda.