Garaikoetxea y Solchaga analizarán hoy el futuro de la economía vasca

Los ministros de Defensa e Industria, Narcís Serra y Carlos Solchaga se desplazan hoy a el País Vasco para comprobar sobre el terreno la situación creada tras la catástrofe y estudiar con los responsables de la comunidad autónoma las medidas de recuperación proyectadas. Particular interés ha despertado la entrevista que mantendrán Solchaga y Garaikoetxea en la residencia oficial de este último y en la que sin duda se abordará la relación entre las medidas de ayuda a la economía vizcaína y los planes de reestructuración de los principales sectores productivos.

Narcís Serra, por su parte, visitará diversas instalaciones militares y se entrevistará con los oficiales de los distintos regimientos que vienen desarrollando tareas de auxilio a la población civil en diversas áreas. Una nota de la Capitanía General de la VI Región Militar daba cuenta ayer de un accidente en el que un sargento y dos soldados del regimiento de Zapadores de Salamanca, desplazado a Vizcaya con motivo de la catástrofe, habían resultado heridos de diversa consideración cuando realizaban trabajos de reparación de los puentes que fueron destruidos por la riada en la zona de Miravalles-Ceberio, una de las más dañadas.La instalación por fuerzas del Ejército de Tierra de un puente metálico sobre la desembocadura del río Asúa permitió ayer reanudar, aunque de manera limitada, el tráfico en la carretera que bordea la ría del Nervión y comunica Bilbao con Las Arenas a lo largo de 12 kilómetros de zona urbana densamente poblada. El puente, desmontable, fue ya utilizado en Valencia a raíz de las inundaciones de otoño. Tiene 60. metros de Iongitud por cuatro de anchura. El puente metálico ha sido colocado en paralelo al derruido, y de momento sólo se permitirá el paso de ambulancias, coches oficiales y autobuses de transporte público.

Por otra parte, personas relacionadas con el ramo de seguros comentaron ayer a EL PAIS que a medida que pasan los días se van conociendo nuevos daños causados por la tromba de agua. Se referían dichas fuentes, en particular, a aquellas zonas de la capital vizcaína que, aun sin resultar anegadas como el casco viejo, han sufrido daños indirectos. Tal sería el caso de numerosísimos edificios de la parte alta de la ciudad cuya caldera de calefacción, ascensor, conducciones de gas o agua, etcétera, han resultado dañadas.

Lo mismo cabe decir de numerosos establecimientos de alimentación que, aun no siendo afectados directamente por la riada, han visto cómo sus productos se perdían ante la inutilización de las cámaras frigoríficas por falta de fluido eléctrico. "Hasta que no se conozca el alcance de todos esos daños, que en su conjunto suman muchos millones de pesetas, será imposible establecer un balance realista de las pérdidas", declararon dichas fuentes.

Unos niños encontraron el domingo en la localidad vizcaína de Otxantiano siete granadas de mano, la espoleta de una bomba y un número indeterminado de proyectiles de fusil, procedentes de la Guerra Civil, arrastrados por la riada. La espoleta lleva la inscripción F4A-6K. Otxandiano, en el límite entre las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa fue la primera población de España bombardeada tras el levantamiento del 18 de julio de 1936.