Gibraltar
En el tablero del ajedrez que enfrenta, desde comienzos del siglo XVIII, a Gran Bretaña y España en el tema de Gibraltar, se han producido últimamente algunas novedades. Por un lado, España sacrificó un peón, que algunos consideraban muy valioso, pero que llevaba demasiado tiempo sin rendir fruto alguno. Por eso abrió la puerta de la verja, para que los habitantes del Campo y los llanitos restablecieran cómodos contactos personales. No se nos debe olvidar que La Línea de la Concepción y Gibraltar constituyen, en realidad, una conurbación con multitud de contactos familiares, que la verja -por cierto, idea británica- perturba. La apertura de la misma no ha provocado más que una facilidad de relaciones humanas. Salvo unos pocos intentos de contrabando, que se comentaron mucho en la zona cuando en ellos participaron personas conocidas, y salvo las protestas de los comerciantes gibraltareños por algunas adquisiciones hechas en La Línea de la Concepción, nada se ha derivado, en el terreno de lo material, de alguna significación.Ahora Gran Bretaña ha de perder una pieza más valiosa: el arsenal. Si esto sucede, ahí sí que se perturbará la economía del Peñón. Pero la eliminación de esta maciza torre trata de compensarse con un ágil movimiento de alfiles. Por una parte, parece que el señor Hassan ha recibido promesas de apoyo económico serio por parte de Londres. Por otra, en el arsenal, transformado en unos simples astilleros civiles, se obligará a la mano de obra gibraltareña a tener una mayor productividad y unos menores salarios. ( ... )
Madrid, 31 de agosto
M.,
( ... ) Finalmente, el estatuto político de la colonia puede mejorar. Esto se inscribe en la mejor línea de la política de la señora Thatcher ( ... ) para demostrar al pueblo del Reino Unido que los días de grandeza aún no se han esfumado definitivamente y que aún se puede entonar bajo Isabel II el victoriano Rule Britannia. ( ... )
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos
Egipto intensifica las detenciones de ‘influencers’ considerados indecentes
Correos sube un 7,9% los sellos nacionales y un 5,5% los paquetes para 2026
Mueren un hijo menor y su padre intoxicados por humo en una vivienda de un pueblo de Palencia
Lo más visto
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”




























































