Varsovia espera hoy una conmemoración sin disturbios de los acuerdos de Gdansk
El Gobierno polaco se muestra tranquilo y no espera incidentes ni manifestaciones hoy, con motivo del tercer aniversario de la firma de los acuerdos de Gdansk, que sentaron la base para el nacimiento del sindicato independiente Solidaridad, hoy prohibido. Desde la clandestinidad, la comisión coordinadora provisional de Solidaridad (TKK) convocó a un boicoteo de los medios de transporte públicos, entre las dos y las cuatro de la tarde.
El portavoz del Gobierno polaco, ministro Jerzy Urban, sacó a relucir ayer su mordacidad ante la Prensa extranjera en Varsovia cuando dijo que la decisión de boicoteo de los transportes públicos hará necesario un incremento de la producción de zapatos y que a nadie le hace daño un paseo, con el tiempo maravilloso que se disfruta en toda Polonia.Urban declaró que las autoridades de la ciudad de Gdansk, donde hace tres años se firmaron los acuerdos, han prohibido a Lech Walesa dirigir la palabra a los obreros ante el monumento a los muertos de la matanza de diciembre de 1980, situado a la puerta del astillero Lenin. En la provincia de Gdansk están en vigor una serie de medidas restrictivas para prevenir incidentes.
El portavoz gubernamental dijo que estará permitida, de 4 a 4.30 de la tarde, la entrega de flores ante el monumento. Walesa declaró ayer, al salir del trabajo en el astillero, que no parece un problema grave que las flores se entreguen antes o después. Walesa había pedido permiso para hacer la entrega a las 2.30.
Unas 300 personas vitorearon a Walesa y levantaron la mano con los dedos en señal de la V de cuando el líder sindical salió del trabajo. La noche anterior, la televisión había transmitido durante tres horas el encuentro de los trabajadores del astillero con el viceministro Mieczyslaw Rakowski. En fuentes del partido se considera el encuentro un triunfo de Rakowski y de su argumentación frente a Walesa, a quien la Prensa polaca critica y acusa de incapacidad para dialogar. Urban dijo ayer que por televisión se pudo ver "a los extremistas de Solidaridad y la forma de articular sus posiciones a base de gritos y pitidos groseros".
Incógnitas
Frente a esta postura de Walesa y su gente, Urban presentó como modelo el comportamiento de los nuevos sindicalistas, "que representan el futuro", en su encuentro en Katowice con el primer ministro, general Wojciech Jaruzelski. A pesar de la confianza mostrada por el portavoz del Gobierno, nadie se atreve a pronosticar sobre el desenlace de la jornada de hoy, que el año pasado se saldó con un balance de cinco muertos.Las convocatorias de la oposición son moderadas, pero en cualquier punto puede saltar una chispa si se producen concentraciones de gente. En diferentes regiones de Polonia, al llamamiento para el boicoteo del transporte se unen otras convocatorias locales para asistir a misas o salir en bloque y a pie de las fábricas.
Urban dijo ayer que las autoridades sabrán hacer frente debidamente a los posibles incidentes y podrán asegurar el orden. Las autoridades polacas supieron hace dos meses salvar las concentraciones gigantescas, con ocasión de la visita del Papa, sin recurrir al empleo de la fuerza, pero entonces fueron concentraciones muy localizadas en un punto. Los llamamientos de mañana se extienden a todo el país y resulta mucho más dificil controlar a los manifestantes y a las fuerzas policiales.
Hace un año, se recuerda en Polonia, que en la ciudad minera. de Lubin, casi desconocida para el mundo exterior, se produjeron los tiroteos de la policía, que causaron tres muertos.
Unos incidentes de ese tipo serían terribles para el país, cuando se intenta el levantamiento de las sanciones exteriores y lograr un camino hacia una normalización.
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