Marroquies discrminados
A primeros de agosto nos dirigíamos en coche hacia Algeciras con el fin de atravesar el Estrecho para entrar en Marruecos. No era nuestra primera visita a dicho país y sabíamos los problemas que existen en esas fechas como consecuencia de la avalancha de marroquíes que van a pasar las vacaciones a su tierra.Esto había provocado en otros años largas colas y esperas, tanto para atravesar el Estrecho como para pasar la frontera marroquí.
Pues bien, este año leímos en la Prensa que se iban a intentar solucionar estos problemas mediante un plan que habían elaborado las autoridades de Tráfico y el Gobierno Civil de Cádiz, entre otros estamentos. Así, se hablaba de unas áreas de descanso para marroquíes (exclusivamente) en carretera y a la entrada de Algeciras.En carretera vimos un área de descanso de este tipo que indudablemente estaba vacía, pues la susodicha área de descanso no tenía nada que ofrecer (no sé si por la noche se llenaría). Pero nuestra sorpresa fue al llegar a Algeciras, donde la Guardia Civil controlaba el tráfico y permitía la, entrada a dicha ciudad sólo a los ciudadanos no marroquíes, mientras los moros, cuidadosamente seleccionados visualmente, eran conducidos obligatoriamente a un área de descanso, que consistía en un descampado sin ningún árbol.
Pero ahí no pararon las sorpresas. Más tarde, en la aduana había dos colas, también controladas por la Guardia Civil. Una para marroquíes, de varios kilómetros de longitud, y en donde se tardaba horas en cruzar la frontera, y otra para no marroquíes, de pocos metros. Cuando atravesamos la frontera española, el policía nacional de turno nos. dijo que a partir de ahí no garantizaban el trato privilegiado (por supuesto que se refería a ese momento concreto y no a otras ocasiones de todos conocidas). A uno verdaderamente se le caía la cara de vergüenza por lo que estaba viendo y se preguntaba que quizá ni a la propia UCD se le hubiera ocurrido adoptar unas medidas tan descaradas de racismo. /
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