Movilización por la paz y el trabajo en el 20º aniversario de la 'Marcha sobre Washington'
Los ciudadanos norteamericanos de color y sus aliados se preparan para un multitudinario encuentro en la capital de Estados Unidos con motivo de la celebración del 20º aniversario de la Marcha sobre Washington. En aquel 28 de agosto de 1963, el dirigente del movimiento de no violencia negro y fundador de la Conferencia del Liderazgo Cristiano del Sur, Martin Luther-King, pronunció su histórico discurso Yo tengo un sueño, que influyó decisivamente en la legislación posterior contra la discriminación racial en Estados Unidos.
El aniversario de la marcha será celebrado mañana, con una convocatoria de movilización por el empleo, la paz y la libertad. Los organizadores, entre los cuales destaca la presencia de la viuda de Luther King, quieren recrear aquella corriente que hace dos décadas agrupó a masas de seguidores al pie del Lincoln Memorial, en el centro mismo de la capital norteamericana y próximo a la Casa Blanca. Pero los temas de hoy, aunque se pueda hablar de una nueva coalición de conciencia, no suscitan el mismo fervor que hace 20 años.Aunque han de ser numerosos los grupos y organizaciones que prestarán su apoyo a la marcha conmemorativa, no faltan tampoco aquellos que, a pesar de haber encabezado la comitiva en 1963, rechazan hoy su adhesión a la histórica marcha.
Los grupos judíos se han sentido molestos por la palabra paz, incluída en la consigna de la convocatoria, ya que temen que los oradores de la movilización se pronuncien a favor de las negociaciones de paz con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y condenen a EE UU por su ayuda militar a Israel. La Liga Urbana Nacional, una de las más importantes organizaciones negras para la defensa de los derechos civiles, rehúsa su apoyo por considerar que los organizadores, queriendo jugar con muchas barajas a la vez, han olvidado el verdadero sentido de la marcha.
A pesar de la nostalgia de algunos participantes en este multitudinario acontecimiento, el domingo el tema predominante dejar á de ser la cuestión de los derechos humanos y los fervores espirituales darán, paso a un realismo menos fascinante. El punto clave que predominará en los discursos será el problema del paro. "Ya no se trata de pugnar por los derechos civiles, porque, ¿de qué nos sirve el derecho común de acudir a los mismos restaurantes si no tenemos dinero para pagarnos la comida?", declaró. el delegado de Washington en el Congreso y presidente del comité organizador de la marcha, Walter Fauntroy.
.. "Yo soñé que un día mis cuatro hijos podrían vivir en un país donde ya no tuviesen que ser juzgados por el color de su piel sino por el contenido de sus almas", dijo Martin Luther King hace 20 años. Hoy, mientras muchos creen que los cambios desde entonces han sido significativos en la cuestión racial, otros se preguntan sobre el verdadero alcance de las reformas sociales que debían favorecer a los negros.
Cuando en 1963 tan sólo un 5% de la población negra del Estado de Misisipí en edad de voto figuraba en el censo electoral, hoy el porcentaje oscila entre el 50 y el 60%, y ya no es raro ver en, los cafés de Jackson (Misisipí) a un negro y a un blanco conversar sobre el último partido de fútbol.
El senador del Estado sureño de Misisipí, Henry Kirshey, uno de los más destacados líderes negros del país, declaró, sin embargo, no sentirse impresionado por los cambios de actitud en la población blanca. "Los blancos" dice, "consideran a los negros como un capital laboral barato y abundante, y piensan seguir trátandolos así".
Los líderes negros condenan la actitud racista de los blancas en los Estados del Sur y siguen insistiendo en los tradicionales casos de segregación. Las, escuelas privadas quiebran porque los estudiantes blancos se marchan cuando la afluencia negra empieza a ser significativa. Cuando una familia de color se instala en un vecindario blanco, éstos se mudan de barrio. Gran parte de los cargos asumidos por los negros en la administración no son sino excusas para cubrir la apariencias y la mayor parte de los trabajos para personas de color siguen siendo manuales.
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