José Luis Bote, camino de la fama
De los tres aventajados alumnos de la Escuela de Tauromaquia es Jose Luis Bote el mas admirado por el público y por sus compañeros de aprendizaje. Le siguen con interés en sus movimientos, jalean con más énfasis sus lances y muletazos y comentan con más ardor los aciertos y desaciertos de sus faenas. El Jurado Clasificador supo ver también las virtudes del popular chiquillo y le concedió el premio al triunfador de las novilladas organizadas con el fin de renovar la savia de la un tanto achacosa tauromaquia actual.Ya está el Bote, como le llaman sus admiradores, encarrilado para recorrer los difíciles senderos del Arte de Cúchares. En la novillada de ayer ofreció un amplio muestrario de lo que son sus condiciones para aspirar a un puesto en las páginas de la historia del toreo. Destacó especialmente en la forma de recoger al primer novillo, de salida, y en la ejecución del estoconazo con que lo mandó al desolladero. El novillo fue pronto y dócil a los cites de su matador y el joven espada supo aprovechar las bondades del animalito para construir una faena en la que destacó un soberbio pase de pecho y en la que si hubo algunos defectos no es cosa de colocarlos bajo la lupa de la severidad, pues son naturales en quien se encuentra en los primeros cursos de su carrera.
Plaza de Ias Ventas
25 de agosto. Novillada final de promocion.Novillos de Alfonso Navalón, de juego desigual José Luis Bote: Oreja. Vuelta, Miguel de la Llana: Un aviso y ovación. Oreja. El Fundi Aplausos. Silencio. El jurado otorgó a José Luis Bote el premio al triunfador, consistente en un equipo de torear y seis actuaciones con picadores.
Sus compañeros de terna también poseen excelentes condiciones para aspirar a ser alguien en esta mágica locura que es la profesión de torero. Miguel de la Llana es un excelente banderillero, maneja con arte y cierto duende el capote, como se vio en verónicas, y sobre todo en una chicuelina. Tal vez baja un poco cuando torea al natural con la izquierda, pero tiene tiempo de mejorar su toreo por ese lado tan fundamental. Tuvo la desgracia de que le tocara el segundo novillo, corretón, distraído y que se salía de los engaños, pero aprovechó bien al cuarto, que acudía de largo a los cites y que metía la cabeza con suavidad.
El Fundi despierta simpatía en los varones y tiernos instintos maternales en las mujeres. Es el mas aniñado de los tres y el que parece que ha aprendido más triquiñuelas. Le tocaron los novillos más difíciles. Su primero se le coló en el capote y durante la faena de muleta, y el sexto fue un novillo bronco al que macheteó con inteligencia. Su mejor virtud fue el afán de ligar los pases y de quedarse quieto.
Los tres novilleros acostumbran alternar con los rehiletes en todas sus actuaciones. Este número puede proporcionarles muchos éxitos en el futuro, pues los tres dominan la suerte y encuentran toro en todos los terrenos.
Los novillos del compañero de la crítica dieron una de cal y otra de arena. Fueron buenos el primero y el cuarto y los restantes presentaron algunos problemas a sus noveles matadores. No obstante, sirvieron para el fin al que habían sido destinados.
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