La población de Manila retira fondos de los bancos y acapara alimentos ante el creciente temor de un golpe de Estado militar

Aún estupefacta por el asesinato de Benigno Aquino, el principal rival del presidente Ferdinand Marcos, semiaterrorizada por los cortes de electricidad, los rumores sobre la salud de Marcos y la inminencia de un golpe de Estado, Manila era ayer una ciudad anonadada y semiparalizada. La gente se precipitó a los bancos para retirar su dinero y vació tiendas de ultra marinos y supermercados para hacer acopio de alimentos.

La oposición ha acusado a Marcos, directa e indirectamente, según los casos, de ser el autor del asesinato de su principal rival político, acción que "parece una ejecución", según un portavoz de la Organización Nacionalista Democrática Unida, el grupo político de Aquino. Soldados fuertemente armados custodian el palacio presidencial y el Ejército ocupa la universidad de Manila.Avisos de bombas, cortes de energía eléctrica, informaciones que hablaban del restablecimiento de la ley marcial, sumados a la férrea censura de radio y televisión daban pábulo a los más alarmistas rumores en una ciudad que se sentía inerme ante las informaciones que hablaban de que un golpe de Estado había derrocado a Marcos, de que el presidente había fallecido o de que se hallaba en coma.

El propio Marcos tuvo que com parecer ante la televisión -rodeado por su mujer, Imelda, y varios ministros- para deshacer esos rumores, y aprovechó la ocasión para rechazar toda responsabilidad en el asesinato de Aquino y para acusar a la oposición filipina y a la Prensa extranjera de intentar aprovechar esta muerte para desacreditar al régimen.

La precaria salud de Marcos, que ha sido internado varias veces en los últimos años, fue una de las razones por las que Aquino había decidido volver a Filipinas a pesar de los avisos recibidos sobre un compló contra su vida. "Aquino temía que sí esperaba, Marcos podía morir dejando una situación que desembocase en un golpe de Estado militar o en un fortalecimiento de la guerrilla comunista" manifestó en Boston Ernesto Maceda, ex senador y estrecho colaborador de Aquino.

Millares de personas acudieron ayer a Quezón, en las afueras de Manila, donde se encuentra la residencia de los Aquino, para rendir homenaje al desaparecido rival de Marcos, cuyo cuerpo había sido entregado a la familia después de la autopsia. El cadáver reposaba en un féretro entreabierto cubierto con la bandera nacional.

El rostro de Aquino estaba completamente desfigurado y ensangrentado. El cuerpo permanecía con el traje que llevaba Aquino cuando fue asesinado, y amplias manchas de sangre eran visibles sobre los hombros y el pecho.

"Ninoy, te queremos"

Fuera, los seguidores de Ninoy, como era llamado Aquino, habían colocado sobre la fachada un retrato en forma de corazón del dirigente político con estas palabras: "Ninoy, te queremos".Aquino fue alcanzado por una bala "disparada desde 45 centímetros de distancia", y el presidente Marcos es "completamente responsable" de la falta de protección del líder político asesinado, declaró ayer el presidente de la Organización Nacionalista Democrática Unida (Unido), Salvador Laurel.

Laurel expresó en conferencia de prensa su extrañeza por el hecho de que el asesino consiguiera penetrar en el área reservada del aeropuerto, justo el día en que las medidas de seguridad eran extraordinarias, y aproximarse al avión para cometer este "crimen innoble", que en otro momento había manifestado que "parece una ejecución".

El correligionario y compañero de Aquino destacó el hecho de que la trayectoria de la bala mortal -que penetró por la parte posterior de la cabeza y salió por el mentón- fuera descendente, mientras que el presunto asesino medía 15 centímeros menos que Aquino. Laurel también denunció ante los periodistas que el cadáver del presunto asesino, cuya identidad aún no ha dido dada a, conocer por la policía, "ha desaparecido misteriosamente".

Otros miembros de la oposición han sido más duros con respecto a las responsabilidades del Ejecutivo filipino en esta muerte. "El Gobierno lo hizo", señaló Salvador González, otro representante de los grupos que se oponen al régimen de Marcos.

Los familiares de Aquino han expresado su confianza en que "acabará por conocerse la verdad" sobre las circunstancias del crimen. Corazón Aquino, viuda del ex senador, y sus cinco hijos llegarán hoy o mañana, a Manila para asistir a los funerales.