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Armadores gallegos contra las operaciones de barcos ingleses con base en La Coruña

Manuel Rivas

Al menos 10 barcos de bandera inglesa, 16 según la Asociación de Armadores, tienen como base de operaciones y venta el puerto pesquero de La Coruña. Estas actividades de importación directa en la lonja coruñesa, la más importante de España en despacho de pescado fresco, está siendo duramente contestada por sectores de la flota pesquera, que han llegado a calificar a estos buques de "fantasmas y especuladores del mar". Armadores de más de 150 pesqueros coruñeses han firmado un escrito de repulsa contra su presencia.

La asociación culpa a la Administración de esta situación "anómala" y señala que las importaciones de pescado este año pueden superar los 4.0.000 millones de pesetas en toda España, con sólo 2.000 millones de pesetas en el propio puerto coruñés. Los armadores acusan a estos buques, propiedad de sociedades domiciliadas en el Reino Unido, pero gestionadas por empresarios coruñeses, de ser causantes indirectos del incremento de apresamientos de pesqueros en aguas del Gran Sol y de provocar una baja en el precio de primera venta en puerto, que no repercute en el precio al consumidor.Según fuentes de la Asociación de Armadores, el total de barcos interceptados por patrulleras de Irlanda, la mayoría, y Reino Unido fue de 30 en lo que va de año, con un coste aproximado en multas de 150 millones de pesetas. La situación, según los armadores, se hace ya insostenible, permaneciendo amarrados en puerto unos 70 arrastreros que venían faenando en el Gran Sol y con más de 500 tripulantes en el paro. Las centrales sindicales, por su parte, denuncian como completamente irregular la situación de los tripulantes de los barcos con bandera inglesa, calificándolos de "emigrantes en tierra de nadie". "En caso de un siniestro o accidente", dijo un representante sindical, "no sabríamos quién respondería

Los denunciantes consideran más que ambigua la situación legal de estos barcos. El importante beneficio económico de las sociedades que los explotan es debido, principalmente, al bajo coste de la mano de obra, ya que los tripulantes son gallegos, a excepción de los mandos, que son de nacionalidad británica. Estos barcos podían faenar sin problemas en aguas comunitarias, acogiéndose a una ley inglesa que ha sido reformada recientemente, estando obligados en la actualidad a llevar un 75% de tripulantes del Reino Unido, lo que limitaría notablemente su margen de beneficio. Como resultado de esta reforma, los pesqueros objeto de polémica únicamente recalan en el puerto coruñés, donde se aprovisionan de combustible y víveres y efectúan las ventas.

Campaña de los armadores

"Esto no ocarre en ningún otro puerto español", afirmaba indignado un armador. "Y en Vigo o Las Palmas ya los hubiesen quemado", añadía.Juan Antonio Tobío, director de Interpesco y representante en La Coruña de dos de estos barcos, rechaza el conjunto de las acusaciones y considera que la campaña emprendida por los armadores únicamente oculta su incapacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias. "Estamos", declaró a EL PAIS "en total legalidad, y eso lo.sabe el departamento de Comercio inglés y la aduana y la hacienda española; se trata de una fórmula de importación vía puerto, mucho más beneficiosa para nuestra economía que la tradicional importación por carretera". Según Tobío, el mundo de la pesca va "camino del abismo" si no se buscan salidas imaginativas. El ditector de Interpesco afirma que "muchos armadores se siguen moviendo en parámetros caducos y no se han enterado de que hay que readaptarse para sobrevivir en este mercado persa que es la CEE".

La asociación rechaza este análisis. "No somos nosotros los encargados de elaborar la política pesquera", dice el presidente de la asociación, José Freire, quien agrega: "Ése es un problema de Estado; nosotros lo que queremos es trabajar en la extracción de pescado e impedir que España se convierta en un país también dependiente en este sector, y el camino no es aumentar las importaciones y reducir las licencias, como se está haciendo. Si esto que hacen es tener imaginación, nosotros decimos que imaginativos también son los contrabandistas".

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