Miguel Ríos, estrella de la Menéndez Pelayo en un seminario sobre la juventud española
Pocas conferencias de prensa han estado este año tan concurridas en la Universidad Internacional Meriéndez Pelayo (UIMP) como la que tuvo como protagonista a Miguel Ríos, a quien acompañaba el director de la Juventud, Ignacio Quintana. El rockero granadino, que era el invitado del seminario que sobre la juventud en la España actual se ha desarrollado a lo largo de la semana en el palacio de La Magdalena, se vio obligado a escindirse en sus respuestas: ora sobre cuestiones musicales, ora sobre cuestiones sociales y la problemática de la juventud, siempre por lo directo y con total sinceridad. Tanta corpo la que le llevó a iniciar su intervención en la mesa redonda pidiendo disculpas por su atrevimiento, "porque yo, que ni terminé los estudios de primaria, estoy ahora aquí, en esta universidad, echando morro al asunto".
A Miguel Ríos se le viene pidiendo desde hace algunos años que vaya más allá de lo que como cantante de rock está obligado a dar, cuando no se le cuelga el sambenito de su predicamento sobre la juventud -no todos reúnen, es cierto, 15.000 personas un día sí y otro también-. La pregunta en ese sentido no podía faltar, ni tampoco la respuesta desmitificadora del cantante, que rechaza acusaciones de mesianismo y afirma: "No estoy haciendo nada antinatural; tan sólo me limito a dar conciertos con una cierta dignidad para que el rock ocupe el sitio que le corresponde. No hay que sacar las cosas de ese marco y buscarle tres pies al gato; yo sólo soy un cantante de rock".
Arquetipo
Sin embargo, el escritor Luis Racionero señalaba en el mismo marco universitario, hace unas semanas, cómo en la música rock "reaparece el arquetipo antiquísimo del chaman o brujo prehistórico que actúa sobre las emociones produciendo efectos catárticos". El brujo de hoy era, para el escritor, Miguel Ríos, entre otros.La presencia en la mesa del director general de la Juventud, Ignacio Quintana, planteaba la cuestión de hasta qué punto el Ministerio de Cultura apoyaba el espectáculo El rock de una noche de verano, que Miguel Ríos coproduce con una firma comercial al objeto de recorrer durante estos meses toda España. "El apoyo, la colaboración entre el Ministerio de Cultura y Miguel Ríos", señaló Quintana, "no se ha producido en el capítulo de subvenciones. El ministerio ha aportado a este espectáculo cero pesetas, pero sí le hemos dado el apoyo en otros aspectos buscando desdramatizar la historia de las movidas rockeras y dignificar el trabajo que desarrolla Miguel Ríos y otros muchos en toda España".
La colaboración entre el ministerio y el cantante plantea quién se apoya en quién. Miguel Ríos y Quintana coinciden en asegurar que la relación es bidireccional y que no existen planteamientos oportunistas de utilización por ninguna de las dos partes. "No va a ser el Ministerio de Cultura el beneficiado si el espectáculo que hemos montado da dinero", asegura Miguel Ríos, "porque se va a hacer una declaración final pública de los beneficios obtenidos y será el Ministerio de Hacienda ante el que tendremos que responder. Estoy seguro que vamos a dar más dinero a Hacienda que lo que ésta ha dado al rock".
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