10.000 personas se manifiestan en Buenos Aires contra la ley de 'autoamnistía' militar

Más de 10.000 personas se dieron cita anoche en el centro de Buenos Aires y marcharon frente al edificio del Congreso Nacional para manifestar su rechazo a la ley de Amnistía que pretende dictar el Gobierno militar argentino.Todos los partidos políticos y los sectores sociales se adhirieron expresamente a la convocatoria de las ocho organizaciones defensoras de los derechos humanos. El escritor Ernesto Sábato, entre un grupo de intelectuales, señaló que "éste debe ser el único lugar del mundo donde los incriminados dictan una ley para autoamnistiarse. Me parece un disparate; el país no lo admitiría".

Las Madres de la Plaza de Mayo, que encabezaban una de las columnas, estaban visiblemente nerviosas y alteradas. Desde abajo, y mirando- hacia los despachos presidenciales, las madres entonaron sus estribillos, exigiendo la aparición con vida de los detenidos desaparecidos, con un nuevo leitmotiv: "No hubo errores, no hubo excesos: son asesinos los milicos del proceso".

Algunas columnas de manifestantes se formaron con miembros de las comunidades extranjeras. El Movimiento Judío por los Derechos Humanos se reunió bajo el lema: "No a la amnistía. Aparición con vida de los detenidos desaparecidos, entre los cuales se encuentran 1.500 integrantes de nuestra comunidad". También la Asociación Argentina de Actores, que prepara su propia marcha para el próximo viernes, hizo llegar su adhesión.

El tránsito fue interrumpido en un sector de la amplia avenida Nueve de Julio y también en la avenida de Corrientes, donde se encuentra el tradicional obelisco que identifica a la ciudad.

La división que existe en el seno de la iglesia volvió a quedar en evidencia anoche. Mientras algunos miembros destacados, como los obispos Jaime de Nevares, Jorge Novak y Miguel Hesayne, se adherían a la marcha de rechazo, otros, como Antonio Plaza, arzobispo de la ciudad de La Plata, capital de la populosa provincia de Buenos Aires, insistían en que "la ley de Amnistía puede ser un instrumento legal evangélico y una prenda de paz".

"Estoy totalmente de acuerdo con su sanción, y aquellos que no piensan así, ¿están en condiciones de tirar la primera piedra?", afirmó.