La división de Chad
El conflicto de Chad ha entrado para Francia en una nueva y complicada etapa. Cuatro veces en dos meses ha cambiado de manos el oasis de Faya-Largeau. Las tropas del presidente Hissem Habré no pueden, según el juicio de los especialistas, expulsar a las tropas del líder rebelde Gorikoum Weddei, que cuentan con el apoyo de Libia.Se inicia, de hecho, una división de Chad. Esto contradice los objetivos oficiales proclamados por Francia. Una partición sería inaceptable no sólo para Habré, sino también para todos los Estados de África, para quienes nada hay más delicado que las fronteras que les ha dejado el colonialismo. "Si esa solución fácil se impone, no hay garantía alguna para la integridad territorial de los Estados africanos", ha declarado el presidente senegalés. En este sentido, Francia perdería crédito entre sus protegidos africanos de lengua francesa.
Por esta razón, París quiere evitar a toda costa esa división, pero todavía no ha encontrado la fórmula. ( ... ) Los críticos de derecha francesa afirman que se debía haber intervenido después del primer ataque aéreo libio, impidiendo, la caída de Faya-Largeau. (...)
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