Gobiernos africanos temen la intervención militar de París

El envío de los 180 paracaidistas franceses a Chad es considerado, en la mayoría de las capitales africanas, como una prueba palpalbie de la concertación militar franconorteamericana. La creciente escalada en la participación exterior en el conflicto hace temer que los paracaidistas franceses puedan llegar a intervenir directamente en los combates.La acitud general de los africanos sigue siendo la de deplorar la internacionalización del conflicto y la de pedir que la Organización para la Unidad Africana (OUA) medie en la guerra. El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Kamal Hasan Alí, desmintió ayer que El Cairo desee mediar entre Trípoli y Yamena, por considerar que este tipo de acción debe ser llevado a cabo por la OUA, cuyo comité especial sobre Chad todavía no ha, podido reunirse en Lomé, tal y como se decidió hace días.

Argel, además de sostener esta postura, insiste en que lo que considera un conflicto interno puede ser resuelto a través de negociaciones entre ambas facciones.

En medios diplomáticos africanos se estima que si Libia suspendiera sus apoyo militat a Gukuni Uedei adquiriría un relieve más destacado la intervención de Francia y Estados Unidos en la guerra de Chad. Pero esto no deja de ser política ficción después de confirmarse que el oasis de Faya-Largeau es el centro de duros enfrentamientos entre los hombres de Uedei y las tropas gubernamentales de Hisséne Habré.

Libia desmintió ayer la información ¡elativa a la captura de un piloto de su Ejército en Faya-Largeau. Según la versión oficial de Trípoli, Abdusalam Chafidin era un piloto civil que participó junto al Ejército libio cuando éste fue requerido en 1981 por el entonces presidente Gukuni Uedei para combatir a los rebeldes de Hisséne Habré.

Chafifin, según esta versión, fue derribado en una de sus,operaciones de reconocimiento por las tropas de Uedei, quien desde entonces le ha mantendio en prisión y ahora lo ha mostrado como si fuese un oficial de las fuerzas aéreas libias que comandaba una escuadrilla de 16 aviones.

Trípoli ha aprovechado el desmentido de la información ofrecida por Yamena para reiterar su negativa de que "esté ayudando con material bélico o con sus fuerzas al Gobierno de Gukuni Uedei".