El peligro izquierdista
Abc
El desafío frontal al Gobierno planteado por el PCE, a través de Comisiones Obreras, en Andalucía parece ser la principal de las preocupaciones del presidente González, según lo que manifestaba ayer a los informadores. No es para menos. El reconocimiento expreso de la gravedad de este problema altera por su eje al conjunto de temores y aprensiones por los que ha transitado la democracia española desde antes y después del 23 de febrero de 1981. Los órganos de opinión más lastrados de prejuicios marxistas llegaron a imponer, en cierta manera, la idea de que los desafíos y los peligros que pudieran amenazar a la libertad política de los españoles habrían de venir, necesariamente, desde el lado de la derecha, en cualquiera de sus expresiones y modalidades. Y ello ha sido reiterado de forma tan machacona desde el cambio de régimen político que, por directa y lineal conclusión de lo mismo, se vino a establecer que la idea de democracia se identificaba con la izquierda. Por consecuencia, la hipótesis de más alta perfección democrática habría de coincidir con el triunfo socialista, autopresentado en el inicio del cambio político como el partido de las libertades. "Socialismo es libertad", se insistió.
Algunos socialismos, como el asumido por el presidente González, si parecen querer serlo. Pero otros no. Otros que anidan en el propio PSOE y cuya solidaridad revolucionaria busca el PCE (conforme pretensiones que son más que el simple cobro del voto útil entregado el 28 de octubre), pudieran frenar la respuesta del Gobierno al desafío ilegal, subversivo, de CC OO en Andalucía. La estabilidad del Gobierno, el mantenimiento del orden público y el equilibrio democrático no están, ciertamente, amenazados por la derecha.
, 8 de agosto
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