Las capturas de los barcos españoles se reducirán, si Madrid acepta las condiciones de Marruecos

Los ministros de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, y de Agricultura, Carlos Romero, se reunieron ayer en Palma de Mallorca con el secretario de Agricultura y Pesca, Miguel Oliver, con quien estudiaron el preacuerdo pesquero con Marruecos, cuya firma se encuentra pendiente de una decisión política de ambos Gobiernos que permita, solucionar los últimos problemas. De forma paralela, cuatro diputados del Grupo Popular, Guillermo Kirkpatrick, Ignacio Gil, Arturo Escuder y Juan Antonio Montesinos, tramitaron el viernes sendos escritos con preguntas dirigidas al Gobierno en las que solicitan información sobre la marcha del acuerdo pesquero con Marruecos.

La delegación española que negociaba en Rabat el acuerdo de pesca y cooperación regresó el viernes a Madrid. Los Gobiernos de España y Marruecos tienen ahora la palabra. Los negociadores directos no pudieron llegar por sí solos a solucionar todos los puntos de diferencia, y aunque en las últimas discusiones ellos afirman que las posiciones quedaron bastante cerca, tanto marroquíes como españoles decidieron dejar a la decisión política de sus Gobiernos la solución de los últimos y aparentemente insalvables escollos. No obstante, los primeros datos. sobre la propuesta marroquí apuntan a una importante reducción en las capturas por parte de los barcos españoles que faenan en esa zona, si nuestro país firma el acuerdo en los términos planteados por Rabat.España deja a Marruecos la promesa de una ayuda crediticia y financiera, además de un crédito de Estado a Estado, por un valor total de 550 millones de dólares, o sea, 82.500 millones de pesetas; acepta la reducción gradual del esfuerzo pesquero en un 40%, y el aumento de los cánones por pescar, también gradual, en un 70%. Los marroquíes exigen, además, intereses más bajos para los préstamos que España consiente, se niegan a levantar las restricciones a la pesca en aguas saharianas, impuestas desde marzo por "razones de seguridad", y quieren que el acuerdo incluya una cláusula de denuncia que le permita denunciarlo "en cualquier momento de la negociación de la adhesión de España a la Comunidad Europea".

Las negociaciones de este acuerdo, que comenzaron con la venida a Rabat de los ministros españoles de Transporte y Agricultura, Enrique Barón y Carlos Romero, respectivamente, que iniciaron la negociación en febrero, han sido realmente duras, plagadas de escollos, y agotadoras por la reaparición de temas agotados en discusiones anteriores, y que los marroquíes hacían aparecer cíclicamente.

Marruecos ha impuesto unas condiciones, por primera vez en la historia de sus relaciones pesqueras con España, que suponen una considerable reducción gradual del esfuerzo pesquero español en aguas marroquíes, y que debe definitivamente incitar al Gobierno español para acometer la reconversión del sector.

Asimismo, Marruecos obtuvo unas concesiones económicas de parte de España francamente ventajosas, con las cuales en todo momento se mostró insatisfecho. La Prensa marroquí, incluyendo la del primer ministro, Maati Buabid, no ha sido, como de costumbre, justa con España, a la que ha seguido acusando de querer seguir esquilmando las aguas marroquíes a cambio de unas pesetas.

Después de tantos años de negociaciones pesqueras con Marruecos, en muchas de las cuales todos los términos de las concesiones españolas no han sido públicamente conocidos, conviene saber qué cuesta la pesca a los armadores españoles, y cuánto cuesta por medios indirectos al contribuyente en servicios, créditos, donaciones y otras prestaciones proporcionadas a través del Estado. En 1981, el valor total de las capturas efectuadas por pesqueros españoles en aguas marroquíes era valorado, en primera venta en lonja, en 30.000 millones de pesetas. Ese valor, actualizado, puede rondar, en 1983, los 40.000 o 50.000 millones.

Lo que pagan los armadores

Lo que pagan los armadores directamente como contrapartida por los beneficios que obtienen de pescar en aguas marroquíes ha evolucionado de la siguiente manera:

- En 1981 pagaron 3.000 millones de pesetas.

- En 1982, los cánones fueron aumentados en un 14% y, en consecuencia, pagaron 3.420 millones de pesetas.

- En 1983, los cánones aumentaron un 12%, y si el Estado no hubiese asumido a su propia cuenta ese aumento hubieran pagado 3.830 millones de pesetas.

Al cabo de los cuatro años del acuerdo que se negocia actualmente, que incluye un aumento del 70% de los cánones, los armadores deberían pagar, si no obtienen de nuevo que el Estado se haga cargo de ese aumento, 6.511 millones de pesetas.

Dado que para entonces, es decir, el año 1987, las capturas se habrán reducido en un 40%, para satisfacer las exigencias marroquíes, no sobrepasarán en valor, en primera venta, los 18.000 millones de pesetas a precios actuales, o 23.958 millones de pesetas a precios actualizados, esos 6.511 millones de pesetas pagados por cánones representarán el 27,18% del valor total de las capturas.

Las aportaciones que ha efectuado o efectúa el Gobierno español para complementar los cánones de pesca son estas:

- En 1981, España concedió asistencia financiera por valor de 60 millones de dólares en créditos, de ellos 20 millones en créditofad, al 5,5% de interés y reembolsable en 20 años y con cinco años de carencia, y 40 millones de dólares en crédito comprador, al 8,5% de interés.

- En 1982, la asistencia financiera concedida por España se elevó al mismo monto, pero distribuida en 15 millones de dólares en créditos fad y 45 millones de dólares en crédito comprador.

Desde 1983, y si se firma el acuerdo actual en negociación, Marruecos recibirá en esos cuatro años una ayuda financiera de un monto total de 550 millones de dólares, distribuidos en 100 millones de créditos fad, 300 millones de créditos comerciales y 150 millones de dólares en crédito de Estado a Estado.

Aunque España ha propuesto mantener los mismos tipos de interés y plazo de reembolso que para los préstamos anteriores, Marruecos ha solicitado esta vez que el interés sea reducido al 3%, y el plazo de reembolso aumentado a 20 años.

Otras aportaciones del Estado español

Cooperación técnica desde enero de 1981 a abril de 1982:

- Escuela de formación de marinos en Alhucemas: 150.000 dólares.

- Regalo de tres fábricas de hielo: 1.900.000 dólares.

- Donación de aparejos y palangre: 150.000 dólares.

- Campaña oceanográfica: 220.000 dólares.

- Estudios estadísticos especies piscícolas: 200.000 dólares.

Esta partida supone un total de 2.120.000 dólares.

Cooperación en materia de educacion:

- 50 becas de estudio en España, 150.000 dólares; tres lectores en universidades de Rabat y Fez, 15.000 dólares.

Cooperación en agricultura y bosques:

- Realización de inventario cinegético, donación de 57 ciervos y becas para guardabosques: 22.775 dólares.

- Plan de cultivo de 650 hectáreas de girasol en el Gharib y Jemaa: 574.823 dólares.

- Cooperación en avicultura: 7.642 dólares.

- Riegos, plaguicidas, becas para pesca: 158.516 dólares.

Deudas marroquíes al Estado español (anteriores y no pagadas):

- Por adquisición de barcos en España: 13 millones de dólares.

- Por gastos en Fosbucrá: 150 millones de dólares.

- Por incautación de bienes del Estado español: un millón de dólares.

- Por incautación de Electras Españolas: un millón de dólares.

Otras contribuciones invisibles del Estado español:

- Remesas que giran los marinos marroquíes embarcados en los pesqueros españoles: 640.000 dólares.

- Pago de pensiones a unos 1.500 militares marroquíes que sirvieron en el Ejército español: 75 millones de pesetas al año.

- Sociedad de estudio viabilidad enlace sobre el estrecho de Gibraltar (ya gastados): 300 millones de pesetas.

Sin contabilizar: inclusión en la Seguridad Social española a 4.000 trabajadores marroquíes y pendiente de regularización en Seguridad Social de unos 60.000 trabajadores marroquíes clandestinos. Esto último está pendiente de que Marruecos firme el acuerdo de Seguridad Social, que, por cierto, y desde octubre de 1982, es España la que lo aplica unilateralmente para los 4.000 trabajadores marroquíes, mientras que Marruecos aún sigue reacio a aplicarlo a los trabajadores españoles en Marruecos, a pesar de la desigualdad de prestaciones entre una seguridad social y otra.